Catalunya ya debe 79.502 millones en gastos hasta el 2108
Los compromisos por pagos diferidos se triplicaron entre el 2006 y el 2010
La Generalitat tiene compromisos de gastos para ejercicios futuros, entre inversiones diferidas y carga financiera, por valor de 79.502 millones de euros que en algunos casos llegan hasta el año 2108. Ésta era, al menos, la situación al final del 2010, según el informe sobre la cuenta general de la Generalitat correspondiente a aquel ejercicio hecho público ayer por la Sindicatura de Comptes. El 2010 fue el último año del gabinete tripartito presidido por José Montilla y en aquellos doce meses los gastos diferidos crecieron en 15.176 millones (de 64.326 a 79.502), un 23,6% respecto al 2009, y llegaron a triplicar la cantidad del 2006 (25.543 millones), con un incremento global que se situaba en el 211%.
Los compromisos de gasto futuro, más allá de los intereses de la deuda, habían sido adquiridos principalmente como consecuencia de la construcción de infraestructuras y equipamientos públicos a través del llamado método alemán u otros sistemas que retrasaban el pago de las obras. Se habían empezado a poner en práctica durante la etapa de gobierno de Jordi Pujol, continuaron en la de Pasqual Maragall y se intensificaron muy especialmente durante el mandato de José Montilla, con realizaciones tan emblemáticas incluidas en este apartado como la Ciutat de la Justícia o la línea 9 del metro, ambas en Barcelona. La consecuencia de todo ello es que en estos momentos la Generalitat tiene pendientes pagos por equipamientos escolares hasta el 2037, por operaciones de concesiones para la construcción y explotación de equipamientos hasta el 2041, por derechos de superficie para pagar la construcción de comisarías, juzgados y centros penitenciarios hasta el 2042, y por el terreno del centro penitenciario de preventivos en la Zona Franca de Barcelona hasta el 2108.
Del total de 79.502 millones de euros pendientes el 2010, 29.220 iban a cargo del entonces departamento de Política Territorial i Obres Públiques y 32.656 correspondían a deuda. Desde entonces las cantidades se intentan ir reduciendo progresivamente y, de hecho, el departamento de Economia tiene una previsión de pagos diferidos para los próximos cuarenta años –hasta el 2053– que se sitúan en una media de unos 1.000 millones de euros anuales. En concreto, para este 2013, y a falta de los presupuestos que todavía se están elaborando, el Govern prevé que el gasto por este con-
Mas-Colell prevé 1.100 millones en gasto diferido en el presupuesto del 2013
cepto ascienda a aproximadamente 1.100 millones (1.226 el 2014 y 1.266 el 2015, por ejemplo). El pago diferido para la construcción de infraestructuras y equipamientos públicos es, en cualquier caso, un método que no acaba de ser del agrado al conseller Andreu Mas-Colell. El titular de Economia, en este sentido, no dudó en ex- presar en su reciente intervención en el foro Barcelona Tribuna la convicción de que sería oportuno volver a plantearse los sistemas tradicionales para financiar las inversiones, es decir realizar sólo aquellas que se pueden pagar, y poner un límite a todo lo que se trate de pagos diferidos.
El informe de la Sindicatura de Comptes sobre la cuenta general de la Generalitat del 2010 certifica también el aumento considerable que experimentaron tanto el déficit como la deuda. El déficit, por un lado, alcanzó el 4,22% del PIB frente al objetivo marcado del 2,39%, con una cifra total de 8.352 millones de euros, mientras que la deuda viva consolidada ascendió a 28.096 millones, el 39% más que el año anterior, y la deuda total en términos Sec95 –comparables a nivel europeo– fue de 31.741 millones. El ejercicio se cerró también con una tesorería de la Generalitat negativa en 4.794 millones, cantidad a la que el organismo fiscalizador considera que se deben añadir 153 millones más correspondientes a provisiones por insolvencias y cobros pendientes. Y la Sindicatura de Comptes enmienda asimismo la plana al corregir al alza en 91 millones el endeudamiento global.