La Vanguardia

La incógnita del palacio de Marivent

La sucesión plantea el futuro del edificio mallorquín como residencia real

- ERNEST CARRANZA

El anuncio de la abdicación del Rey ha tenido especial repercusió­n en Mallorca, con la que el Monarca y la familia real mantienen un estrecho vínculo desde hace décadas. La imagen de don Juan Carlos en la isla está asociada a actividade­s tan diversas como estancias de verano, despachos oficiales o regatas de vela. Mallorca es el lugar donde la realeza ha mostrado su lado más relajado y familiar y donde los Reyes y sus hijos han disfrutado de grandes momentos juntos. La presencial real ha dejado una gran huella entre los mallorquin­es. Sin embargo, tras la sucesión en el trono, se plantea la incógnita de si las visitas se mantendrán con la misma asiduidad.

El principal interrogan­te que se cierne sobre la presencia real en Mallorca tiene que ver con el palacio de Marivent. Este edificio ubicado en la ciudad de Palma, en la zona costera de Cala Major, sirve de residencia estival de la familia real desde 1973, cuando la extinta Diputación Provincial de Baleares le cedió su uso. Hoy en día sigue siendo la residencia oficial de verano y así seguirá hasta que los Príncipes decidan cambiar.

La opción de trasladars­e a otro lugar parece probable, dado que la isla no es el lugar predilecto de la princesa Letizia. Si bien en los últimos años se ha reducido la duración de sus estancias, no parece que el cambio haya de producirse de forma inminente. Otra posibilida­d no descartabl­e es que la reina Sofía decida retirarse en el palacio. De hecho, la Reina es el único miembro de la familia real que mantiene inquebrant­able la tradición de hospedarse allí en Semana Santa y el mes de agosto. La imagen de doña Sofía yendo de compras por las calles de Palma o participan­do en actos benéficos sigue siendo una estampa habitual de la prensa local.

En caso de que la familia real renunciara a su uso, el palacio retornaría a su propietari­o, el Govern balear. Las villas anejas de Son Vent y Son Ventet podrían retornar a su titular, el Ministerio de Defensa, que en 1993 lo cedió al Ejecutivo autonómico con el fin de que el aún príncipe Felipe pudiera alojarse allí.

En la decisión de continuar o no en Marivent y durante cuánto tiempo podrían ser determinan­tes los costes. En la última partida presupuest­aria, el Govern asignó 1.573.738 euros a la limpieza y mantenimie­nto del palacio, un 5,8 por ciento menos que el año anterior. El mayor gasto, 800.000 euros, se destina a gastos corrientes, bienes y servicios, mientras que 633.738 euros se dedican a personal y 140.000 a inversione­s. Todos los edificios que forman el complejo fueron rehabilita­dos en su momento para alojar a la familia real, si bien debido a su antigüedad necesitan actuacione­s de conservaci­ón periódicas para mantenerlo­s en buen estado.

En los últimos años algunas voces, entre ellas las del partido de la oposición MÉS, han cuestionad­o públicamen­te la asignación de la comunidad a Marivent en tiempos de duros recortes. El Govern del PP ha reducido la asignación presupuest­aria, aunque nunca ha cuestionad­o la convenienc­ia de esta partida por la promoción que supone acoger a la familia real en la isla.

Numerosas personalid­ades de la sociedad balear recuerdan estos días que Marivent ha servido para situar Mallorca en el centro del mapa político durante el periodo estival. Allí el Rey ha mantenido despachos con todos los presidente­s de la democracia. Incluso se llegó a celebrar en 1983 un Consejo de Ministros del gobierno socialista. En la residencia estival el Monarca ha recibido a líderes de la talla de Bill Clinton, George Bush, Michelle Obama o Hugo Chávez. También se han prodigado miembros de la realeza como la reina Isabel II de Inglaterra, los príncipes de Gales Carlos y Diana, los reyes Abdalah y Rania de Jordania o el Rey Hasan II de Marruecos.

Las institucio­nes baleares se han sentido tradiciona­lmente muy agradecida­s con la familia real por la proyección que han dado a las islas. El lunes, tras tener conocimien­to de la abdicación del Rey, el presidente José Ramón Bauzá mostró su deseo de que la sucesión no diluya el vínculo de la realeza con las islas. “El Príncipe conoce perfectame­nte la realidad de Baleares, ha pasado muchos veranos aquí y esperamos que tanto el futuro rey como el actual sigan pasando estancias y jornadas en nuestras islas”, recalcó.

En los últimos días, varias organizaci­ones de las islas como la patronal CAEB o la Cámara de Comercio de Mallorca han mostrado su reconocimi­ento a la Casa Real por su labor de promoción de la isla en el exterior. A nadie se le escapa que la presencia real es sinónimo de seguridad, y sin duda las frecuentes visitas han contribuid­o a proyectar esta imagen de Mallorca como un destino no sólo atractivo, sino también apto para alojar a los miembros de la Corona española.

Una de las pruebas más fehaciente­s de la gratitud de los empresario­s hacia la realeza es el regalo que un grupo de empresario­s mallorquin­es hizo en 2000 al Rey. La entidad Fundatur, integrada entre otros por hoteleros y banqueros, donó a Patrimonio Nacional el yate Fortuna, una embarcació­n de 41 metros de eslora valorada en 18 millones de euros, y que fue aportado “para el uso y disfrute” de la familia real.

En mayo del año pasado el Rey renunció al uso del yate, tras lo cual Patrimonio Nacional aprobó su reversión a Fundatur. Actualment­e la embarcació­n, rebautizad­a como Foners ha sido puesta en venta. Con este fin, el pasado mes de marzo fue trasladada de la base naval de Porto Pi en Palma a la cotizada zona de Port Adriano, en el municipio de Calvià.

La relación del rey Juan Carlos con Mallorca se remonta a 1953, cuando sólo contaba 15 años. Desde entonces, el vínculo con la isla se fue estrechand­o, siendo la década de los 70 el inicio de las visitas asiduas. Baleares siempre ha procurado mantener esta ligazón como un patrimonio de alto valor, y por ello ha buscado que la familia real se sintiera cómoda. La llegada de don Felipe augura nuevos tiempos. Queda por ver si también respecto a su paraíso insular.

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JAIME REINA / ARCHIVO Los posados familiares de verano en la puerta del palacio de Marivent pasaron a la historia
 ?? JAIME REINA ?? Vista del palacio desde la bahía de Palma
JAIME REINA Vista del palacio desde la bahía de Palma

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