Deseos que se hacen realidad
El Palau Robert acoge hasta el sábado un mercado solidario impulsado por la Fundación Pequeño Deseo
mí me gustaría conocer a los jugadores del Barça... Yo quisiera viajar en un camión de bomberos... Mi sueño es poder ir al Tibidabo tantas veces como quiera... Deseos como estos de niños y jóvenes se pueden convertir en realidad de la mano de la Fundación Pequeño Deseo, “donde cambiamos la rutina por la ilusión y el miedo por la esperanza”, apunta Alejandra Bonet, directora de la entidad.
Para recaudar fondos y poder hacer realidad los sueños de los niños, la fundación organiza la sexta edición de su mercado benéfico en los jardines del Palau Robert, una iniciativa solidaria que permite comprar ropa de grandes marcas –como Natura Bisse, Mango, Lottusse, Bon-Bon, Za-patitos, Lucca Bynn, Janina, La Boheme, Vigna, Boboli, entre otros– a precios reducidos.
El mercado estará abierto hasta este sábado, día 7, desde las diez de la mañana hasta las ocho de la tarde, “convirtiéndose en una opción más de ocio familiar donde poder hacer compras a buen precio contribuyendo a una buena causa y en un escenario inigualable”, remarca Bonet.
Como en ediciones anteriores, la recaudación obtenida –35.000 euros el año pasado– se destinará íntegramente a cumplir los deseos de los niños y jóvenes con enfermedades crónicas o de mal pronóstico “con el fin de darles apoyo anímico ya que, a veces, ver cumplido un deseo es la mejor medicina para el pequeño”, añade.
la fundación de los deseos
La Fundación Pequeño Deseo es una entidad de ámbito nacional que busca hacer realidad los deseos de niños con dolencias graves con el fin de ayudarles a sentirse mejor anímicamente y recuperar fuerzas para continuar su lucha diaria. Desde su creación, en el año 2000, ha hecho realidad más de 2.700 sueños, “y el más solicitado es conocer a los jugadores del Barça, y en especial a Messi”, destaca Bonet.
En la mayoría de los casos, los deseos les llegan a través de los centros médicos –trabajan en colaboración con los hospitales Sant Joan de Déu, Vall d’Hebron, Parc Taulí y Josep Trueta, entre otros– o el entorno familiar del niño, “pero es el equipo médico quien siempre tiene la última palabra a la hora de decidir la conveniencia de hacer realidad la petición”.
La entidad organiza a lo largo del año diferentes actividades –como el mercado de ropa, conciertos de piano, subastas de arte contemporáneo, ventas especiales de joyas, etc.– para poder hacerse cargo de todos los gastos y que la realización del deseo no suponga ningún coste para las familias. “Queremos alegrar la situación de los niños y niñas y lograr un efecto positivo en su ánimo y, en ocasiones, en su estado de salud”, concluye la directora de la Fundación Pequeño Deseo.