El florero de Método 3
El PP enmarca la decisión en el “ataque sectario” contra los no independentistas
La comisión de Asuntos Institucionales del Parlament reprobó ayer a Alicia Sánchez-Camacho por no comparecer para explicar su relación con un caso de espionaje político.
La polémica del caso Método 3 sigue acarreando dolores de cabeza a Alicia Sánchez-Camacho. La comisión de Asuntos Institucionales del Parlament reprobó ayer a la líder popular, con los votos de CiU, ERC, ICV, C’s y CUP –el PSC se abstuvo y el PP votó en contra–, por no haber comparecido para explicar su posible relación con la trama de espionaje político. Camacho ha defendido su negativa a comparecer alegando que ella fue víctima de las escuchas ilegales en la Camarga.
En la primera reprobación de una diputada que realiza una comisión parlamentaria –la Mesa ya lo hizo con Alfons López Tena–, pidió asimismo la dimisión de Camacho como senadora designada por la propia Cámara. El portavoz de ICV, Jaume Bosch, partido que presentó la petición de reprobación, consideró que Camacho ha incumplido el Estatut al negarse a comparecer y dar explicaciones ante la Cámara, gesto que tildó de “falta de respeto”.
“Es un triste ejemplo. Estoy convencido de que iría si la citara el Senado, pero, como lo ha hecho el Parlament, no viene”, dijo Bosch. El PP respondió a estas críticas con contundencia, advirtiendo de que la decisión acarreará futuras consecuencias, y mostrando el informe de la asesoría jurídica del Parlament que señala que Camacho no estaba obligada a comparecer, entre otras razones porque “no tiene la condición de autoridad o de funcionaria de la Generalitat”. Un estudio en el que, además, se señala que la posible comparecencia de Camacho “no tiene por finalidad intervenir en ninguno de los proyectos, ni ejercicios de control ni proposiciones de ley” que corresponden a la comisión.
Santi Rodríguez (PP) subrayó lo inédito que es que una comisión repruebe a un diputado de la oposición, práctica que ha suscrito a regímenes no democráticos como , “Cuba o Venezuela”, y al interés “sectario” de atacar a todos aquellos que no se sumen al discurso soberanista. “Tomamos buena nota”, dijo.