La logística más inteligente
El SIL presenta todo tipo de dispositivos que permiten saber las condiciones de la carga y la velocidad a la que se mueve y hasta guantes para controlar carretillas
Alfonso Valderrama, director general e Crown Lift Truks en España, se acerca a uno de sus vehículos, un elevador, y pone las manos en el timón. “La posición es ergonómica, se adapta a la forma natural de cómo colocamos las manos –dice–. ¿Qué pasa si de pronto nos asustamos? Que apretamos el timón. ¿Qué pasa si lo apretamos? Que se oye un claxon. En la logística actual está todo pensado”, asegura unos minutos antes de enfundarse un guante con el que va a controlar una carretilla. Se trata de un nuevo sistema con el que el operario mantiene el control del vehículo aunque se baje de él. La productividad aumenta un 40% y también la seguridad. Si detecta un objeto delante o los lados, se para. “Y el guante se puede lavar en la lavadora”, añade Valderrama.
Estas son algunas de las novedades que hasta hoy se presentan en el Salón Internacional de la Logística y de la Manutención (SIL), que se celebra en Fira de Barcelona. El sector logístico es estratégico en un mundo global. Los dispositivos inteligentes ya están presentes en todo. De hecho, lo raro hoy es encontrar un almacén que no esté automatizado, que no pueda funcionar casi solo. El trabajo humano en su interior ha cambiado mucho, ya no es físico, la fuerza la hacen las máquinas, sino de gestión y control.
En la feria, en algunos stands se muestran lectores de códigos que parecen exoesqueletos. Ya no son monos para no mancharse, son trajes inteligentes que permiten controlar máquinas con movimientos del cuerpo. También hay gafas de realidad aumentada que dicen qué hay que hacer en cada momento: información de cualquier proceso a tiempo real. “La base de la logística es la eficiencia”, apunta Fernando, ingeniero que trabaja en un puerto.
Un dron sobrevuela un stand. Graba todo lo que hay a su alrededor. Hay truco. Es un reclamo para atraer a incautos, y entre estos periodistas, al stand de Data-Long16, una empresa creada hace apenas cuatro meses “o cinco, por ahí anda”, apunta su consejero delegado, Martín Longobuco. Esta es una firma ubicada en Vilanova i la Geltrú y con clientes en todo el mundo.
Martín sujeta en sus manos el Data-Long16, una caja negra de mercancías. Ha sido creada para viajar en cajas de productos soportando todo tipo de condicio- nes: aguanta incluso temperaturas inferiores a 50 bajo cero. Envía a tiempo real la posición de la caja dentro de la que viaja, la temperatura, sus condiciones atmosféricas (detecta la existencia de determinadas bacterias), si la mercancía recibe un golpe... En caso de materias peligrosas también puede detectar si hay cerca algún riesgo. “Todo comenzó con la idea de crear un dispositivo para asegurar la cadena de frío, que permitiese tener infor-
La información, gracias a todo tipo de dispositivos, se traduce en mayor eficiencia y ahorro
mación constante si se rompía. Luego nos hemos ido complicando con más y más información”, añade Martín. El dron aterriza a su lado. “Puedes saber hasta en la posición en la que está viajando tu caja”, añade el consejero delegado de Data-Long16.
Ivan Lloret, de Disvent, hace una demostración de Lighfoot. En apariencia es un manos libres tipo Parrot, pero se trata de un sistema que analiza cómo conduce quien lleva el vehículo en el que se instala. A través de la información que recoge del motor da consejos al conductor de cómo pilotar de forma más eficiente, de forma en la que ahorre más combustible y contamine menos. “Esto último es algo que se tiene muy presente en los países nórdicos”, apunta Ivan. Siguiendo los consejos del aparato se puede ahorrar un 10 por ciento en gasóleo. “Autoglass lo tiene instalado su flota de 1.100 vehículos. Es eficiencia, es también logística inteligente”, sentencia Ivan.