Cultura prevé que la tasa telefónica para ayudar al cine llegará en otoño
El sector audiovisual cierra filas alrededor del conseller de Cultura, Ferran Mascarell, y alrededor del impuesto que, desde la Generalitat, impulsado por Cultura, se quiere imponer a partir de otoño a las compañías que gestionan las conexiones a internet. Un nuevo impuesto que, de llegar a aplicarse, significará unos 20 millones de euros anuales para la producción audiovisual catalana.
Ayer por la mañana se celebró un acto de apoyo en la Filmoteca de Catalunya. Convocaba Mascarell junto con los productores catalanes agrupados alrededor de Proa, la federación de las asocia- ciones de productoras que preside Raimon Masllorens, y la Acadèmia del Cinema de Isona Passola. Un encuentro con aire de fiesta donde se habló del buen momento del cine catalán, empañado, en los últimos años, según Masllorens, por esa crisis que no cesa. Fiesta reivindicativa, pues, dónde sólo faltó quién tendrá que pagarla: las telefónicas.
Ametic, la principal patronal de tecnologías de la información y la comunicación, ha mostrado su oposición frontal al nuevo impuesto, que tacha de ilegal. De convertirse en realidad, anunciaba en su momento “las acciones legales oportunas ante las instancias jurídicas correspondientes, tanto en el ámbito autonómico como español y europeo”. Pero ayer no era el momento de pensar en eso, y sólo se hablaba de la fecha de entrada en vigor del nuevo impuesto. “Cuanto más unidos vean al sector más entenderán –las operadoras de internet– la medida”, afirmó el Conseller, que reconoció que no se ha llegado a ningún acuerdo previo con las compañías implicadas. “Una
La aplicación del nuevo impuesto podría llegar a recaudar 20 millones de euros al año
medida que, desde mi punto de vista, representa el cambio más importante que se ha introducido en la financiación de la cultura en los últimos cien años en este país”, subrayó Mascarell.
El encuentro de ayer atrajo a una nutrida representación del sector que dejó pequeña las 180 butacas de la sala Laya de la Filmoteca. Entre los asistentes se encontraban directores como Judit Colell, Santiago Lapeira, Juan Antonio Bayona y Neus Ballús, que habló de “poner en valor la excepción cultural”.
Según las previsiones del conseller, el nuevo impuesto iniciará su tramite parlamentario el próximo uno de julio y, si todo sigue según los plazos previstos, y el Parlament catalán lo aprueba sin problemas, “podría entrar en vigor el próximo octubre o noviembre”. Otra pregunta entre los asistentes al acto, aunque en sordina, porque tampoco tocaba, era mucho más prosaica: la forma de distribución de esos veinte millones que la Generalitat piensa recaudar con el inminente impuesto. Y si se consigue, ¿cómo se repartirá en el sector?, se preguntan los posibles beneficiarios.