La proclamación del nuevo rey será laica y austera
Don Juan Carlos, que no usará el título de conde de Barcelona, perderá la inmunidad pero podrá ser aforado
Felipe VI jurará la Constitución en las Cortes el día 19, dirá un discurso y no habrá misa como en 1975
El rey Juan Carlos entregó ayer las becas de posgrado de La Caixa a 115 universitarios a los que pidió que hablen “muy bien de España” cuando marchen a estudiar fuera. “Tendré que pe- dirle permiso al Príncipe para seguir dando becas”, bromeó. Don Felipe se convertirá en Rey el día 19, cuando jure la Constitución en el Congreso, donde pronunciará un discurso. Será una ceremonia sencilla y, al contrario que en el caso de su padre, sin misa posterior. La Zarzuela considera que don Juan Carlos debería ser aforado.
Los nuevos signos de la monarquía que personificará Felipe VI empiezan con un detalle: la ceremonia de proclamación del nuevo rey tendrá carácter laico ya que, tras el juramento ante las Cortes Generales, no habrá misa solemne como sucedió en 1975 cuando don Juan Carlos inició su reinado. La Zarzuela destacó ayer la “continuidad y estabilidad institucional” que supone la sucesión en la Corona, puntualizando que no se trata de una nueva etapa, ya que esta se inició en 1975 cuando el inicio del reinado de don Juan Carlos marcó el camino para el cambio de régimen de dictadura a democracia.
La fecha que marcará el cambio de rey será, con toda probabilidad, la del 19 de junio del 2014 dos días después de que, como está previsto, se cierre en el Senado el trámite parlamentario para aprobar la ley orgánica que rige la abdicación de don Juan Carlos. Para el día 18 de junio, aunque el día aún no ha sido fijado oficialmente, está prevista la ceremonia de abdicación que tendrá lugar en el Palacio Real, en la que don Juan Carlos sancionará la ley, la última de su reinado. La ley de abdicación entrará en vigor tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado. No habrá interregno ya que en el mismo momento en el que don Juan Carlos deje de ser rey y jefe de Estado, sus funciones pasarán a ser potestad del nuevo rey, quien completará el proceso con su proclamación y juramento ante las Cortes Generales, en la ceremonia del día 19 de junio.
Tal como señala el artículo 61 de la Constitución, “el Rey, al ser proclamado ante las Cortes Generales, prestará juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas”. Las ceremonias de abdicación y proclamación serán sobrias y solemnes, con asistencia de los representantes de las altas instituciones del Estado. En la ceremonia de las Cortes, don Felipe pronunciará su primer discurso como Rey, en el que se perfilará la hoja de ruta de su reinado. Será un mensaje que preparara él mismo con asistencia de la Casa del Rey y que se dará a conocer previamente al Go- bierno, que podrá sugerir aportaciones. El discurso que don Juan Carlos pronunció el 22 de noviembre de 1975 quedó marcado por la frase “seré el Rey de todos los españoles”, un compromiso que ha marcado todo su reinado de más de 38 años.
Tras su juramento, a Felipe VI le corresponderán los deberes y derechos que marca la Constitución. Será jefe de Estado, jefe supremo de las fuerzas armadas y su persona tendrá carácter inviolable y no estará sujeta a responsabilidad, ya que todos sus actos de- berán estar refrendados por el Gobierno. Al mismo tiempo, don Juan Carlos perderá la inmunidad. Ayer, en una reunión informativa que tuvo lugar en la Zarzuela, sus portavoces consideraron razonable hacer aforado a don Juan Carlos una vez abdique la Corona, condición de la que gozan miles de altos cargos –entre miembros del Gobierno, parlamentarios de las Cortes, presidentes autonómicos y jueces– que consiste en que, en caso de que se les impute algún delito, el tribunal competente para estudiar esa causa es el Supremo. El pasado mes de abril, el Gobierno de Mariano Rajoy decidió introducir en la prevista reforma de la ley de enjuiciamiento civil para que considerara aforados a la Reina y a los Príncipes. Ahora esta reforma se aplicaría a don Juan Carlos y doña Sofía, a la reina Letizia y a la princesa de Asturias, a partir de su mayoría de edad,
El estatus que tendrá don Juan Carlos es una cuestión que tendrá que decidir su sucesor tanto en lo que respecta a asignación, como a lugar de residencia y funciones de representación, aunque en esta última cuestión se tendrá en cuenta
la opinión del Gobierno. La Zarzuela ya ha informado de la decisión de don Juan Carlos de no utilizar ningún título de la Corona, por lo que se descarta que, como su padre, use el título de Conde de Barcelona, por el que don Juan había sido conocido toda la vida.
A partir de la proclamación, los reyes Felipe y Letizia retomarán la agenda oficial que deberán asumir al completo y que, además, incluirá, en julio y agosto, viajes de presentación por España y Europa. Hasta ahora, cinco personas, los Reyes, los Príncipes y la infanta Elena se repartían los actos oficiales, pero a partir del día 19, sólo don Juan Carlos y doña Sofía, y no parece probable, podrían seguir en la agenda por su condición de miembros de la familia real.