Zubin Mehta: “Hoy el dinero manda mucho en la música”
“Es frustrante trabajar con semejantes recortes”
Zubin Mehta no tira la toalla al frente del Festival del Mediterrani que viene celebrando en el Palau de les Arts Reina Sofía de València, donde ejerce de director musical, pero empieza a estar hasta la coronilla del cercenamiento presupuestario que en España –e Italia, apunta– se está practicando a la cultura. El irrepetible maestro indio –tan irrepetible como su caché– lo comenta en una breve conversación al teléfono desde su hotel de la capital valenciana. Siempre amable pero escaso de tiempo, Mehta (Bombay, 1936) –el director que más años ha permanecido en el siglo XX al frente de la Filarmónica de Nueva York, y que hoy día es director musical vitalicio de la Filarmónica de Israel y honorario de la Filarmónica de Munich...–, atiende a La Vanguardia con motivo de su participación en la segunda edición del Festival de Pedralbes. “Siento curiosidad por ver cómo es ese sitio”, comenta. La estrella de la música clásica inaugurará el certamen el próximo jueves al frente de la orquesta del Maggio Musicale Fiorentino. El repertorio incluye la obertura de La forza del destino de Verdi y las sinfonías 6.ª y 7.ª de Beethoven.
Es un lujo tenerle en Barcelona aprovechando que se encuentra celebrando el Festival del Mediterrani en València. Y además con un repertorio sinfó- nico-operístico. ¿Este es un programa que le gusta personalmente –a usted que es sobre todo aplaudido por sus Bruckner, Strauss o Mahler– o que hace porque sabe que gustará al gran público, al público de un festival de verano? Pues ambas cosas en realidad. Me pedían Beethoven y me pareció que hacía falta hacer también
SU PROGRAMA EN PEDRALBES “Está muy bien hacer Beethoven, pero al final también es una decisión económica”
APORTACIÓN ECONÓMICA “Es injusto que el ministerio dé once millones al Liceu y 400.000 a Valencia”
LA ABDICACIÓN EN ESPAÑA “Estoy convencido de que si hubiera un referéndum saldría elegida la monarquía”
una pieza de música italiana, de manera que propuse la obertura de La forza del destino. Esa siempre acaba siendo una decisión consensuada, aunque al final también es una decisión económica: hoy en día el dinero manda mucho en la música. Imagínese que propongo hacer un Bruckner o
un Mahler: eso supondría muchos más músicos y el festival no se lo puede permitir. Con todo, no me negará que la Sexta y la
Séptima de Beethoven constituyen un gran programa. No he estado nunca en eso de Pedralbes, tengo curiosidad.
Bueno, es que usted inaugura la segunda edición. Entonces veamos qué pasa. Lo que me encanta a mí es el Palau de la Música Catalana.
Pues esto otro es al aire libre. ¿Le supone un inconveniente tener que adaptarse en cuestiones de acústica? Le gustará, es un espacio muy aristocrático. No hay problema, haremos un ensayo acústico.
Parece que lo de la especialización ha quedado atrás. Usted es un gran director tanto de ópera como de sinfónica. Aun así, ¿cómo se define a sí mismo? Sólo soy un músico. La noche anterior hicimos un concierto de Richard Strauss, de quien este mes se cumple el 150.º aniversario, y esta noche tocamos La forza del
destino: sólo hay que hacer un cambio de vías. Y además tengo una gran orquesta aquí. La de la Comunitat Valenciana es una de las mejores hoy en día, aunque con los recortes muchos músicos se han acabado yendo. Ahora son 57 fijos y el resto sustitutos de primer orden. Por suerte los principales solistas se han mantenido, pero no veo que tengamos ningún futuro.
¿Lo dice en serio? ¿Ni siquiera contando con una primera figura como usted dando la cara por la institución? Ya me ofrecí a ir a Madrid a hablar del tema, pero no se me ha tomado en consideración. Recuerdo que hablé con la que era anteriormente la ministra de Cultura. No recuerdo su nombre...
¿Ángeles González Sinde? Supongo. Me escuchó pero la cosa quedó en nada.
Usted se vinculó a Valencia cuando el dinero corría alegremente, y se ha mantenido ahora que los presupuestos se han reducido drásticamente. ¿Cómo está llevando esta crisis? Es muy frustrante trabajar con semejantes recortes. Nosotros estamos yendo más allá de un festival, es un programa de gran clase: hoy La forza del destino, la semana que viene Turandot, la semana anterior Strauss... Le diré que está siendo un sacrificio. Y
que encuentro totalmente injusto que el Ministerio de Cultura de Madrid le dé once millones al Liceu, cosa que me parece muy bien, no es una crítica a Barcelona, pero... ¿por qué sólo 400.000 euros a Valencia cuando estamos haciendo un trabajo de la misma clase? Siento que nos ignoran.
Se refiere a que el Liceu recibe este año una aportación extraordinaria de cinco millones sujeta a la rehabilitación de fondos propios, lo que sumado a la subvención del Ministerio alcanzaría esos once millones, sí. Pero es que en Valencia, sólo la Generalitat aporta 11,8 millones de euros al Palau de les Arts, una cifra que hace cinco años ascendía a más de 20. No conozco la historia con el Liceu. Y además respeto mucho lo
que hacen pero... el problema es que los presupuestos para la cultura sean tan bajos en relación a otras cosas. Qué gran error. Especialmente en un país como España, con quinientos años de historia de gran literatura, pintura, música... ¿No se dan cuenta? Nuestro presupuesto ya era bajo, pero es que ahora nos han recortado dos tercios.
¿Cree usted que lo del Liceu responde a una estrategia de Madrid con Catalunya? Eso se me escapa. Sólo soy músico.
Usted tiene buena relación con el rey Juan Carlos. Somos amigos pero no le pido dinero.
Lo suponíamos, claro, pero, ¿qué le parece que haya to- mado la decisión de abdicar? Su salud no es la mejor. Su contribución a España ha sido tremenda, nunca ha dado un paso atrás en su compromiso con la democracia, ni siquiera en los días del fascismo. Y fue un héroe manteniéndose en sus principios, especialmente durante el intento de golpe de estado. Él llamó personalmente al ejército... y eso merece un gran respeto. Pero hoy está pensando más en su salud y en el hecho de que su hijo es ahora muy popular.
¿Y qué me dice de la reina Sofía? La Reina es una de las personas más populares de España. El día después del anuncio de abdicación ella ya estaba en Nueva York, en la ONU, lo vi en las noticias. Es una trabajadora incansable para España y para su familia. Coincidí con ella unos años antes en la inauguración de un auditorio en Alicante. y recuerdo lo excitada que estaba la gente, cómo la vitoreaban. Ahí vi su enorme popularidad.
También hay una España que es republicana. Lo mismo sucede en Inglaterra y no tiene mayores consecuencias. Pero estoy convencido de que si hubiera un referéndum en España, la más votada sería la monarquía. Es un elemento de unidad imprescindible. Sin esa familia y su popularidad no habría una unidad de España. Y en completa democracia.