“Utilizamos materias primas de la mejor calidad y respetamos al máximo los procesos de fermentación”
Valero Forn Tradicional es una cadena 100% familiar de panaderías propias y franquiciadas que está presente en el mercado desde hace más de 50 años. La alta calidad de las materias primas y un respecto absoluto a los métodos tradicionales de elaboración,
¿Desde cuándo está presente Valero Forn Tradicional en el mercado?
Los orígenes de Valero Forn Tradicional se remontan al año 1957, cuando mi suegro, Pere Valero, crea la primera panadería. Actualmente contamos con 24 establecimientos propios y 3 franquiciados repartidos por la comarca del Vallès y Barcelona. Se trata de una empresa 100% familiar que está gestionada por miembros de la segunda, tercera y cuarta generación del fundador.
¿Cuáles son sus principales líneas de negocio?
Nos dedicamos a la elaboración de un amplio surtido de panes, bollería y pastelería, además de servir caterings dulces y salados. Todos estos productos son distribuidos alrededor de nuestra red de establecimientos, sector de la hostelería y grandes cadenas de tiendas.
¿Con qué infraestructuras cuentan para llevar a cabo todas estas actividades?
Contamos con una plantilla integrada por 180 empleados y disponemos de tres centros productivos situados en Sabadell y Terrassa, de los cuales dos están equipados con las últimas tecnologías para incrementar nuestra eficiencia y ganar en calidad y optimización de recursos, mientras que el tercero es un obrador completamente artesanal para elaborar artículos a la antigua usanza, con hornos de piedra que aportan mejor sabor, textura y duración, con lo que se obtienen panes destinados a los amantes del auténtico pan.
¿Qué parámetros definen su estrategia competitiva?
Nuestra intención es crear productos tradicionales, por lo que siempre utilizamos materias primas de la mejor calidad y respetamos al máximo “La mezcla de tradición y tecnología nos permite proporcionar productos de altísima calidad a un precio muy razonable” los procesos de fermentación, ya que los tiempos en este caso son vitales. Así, cualquiera de nuestros panes ha sido sometido a un tiempo de elaboración como mínimo de cinco horas, siendo una de las pocas panaderías que todavía emplea masas madre. Esta mezcla de tradición y nuevas tecnologías ha hecho posible que podamos proporcionar al consumidor final un producto de altísima calidad a un precio muy razonable.
¿Hacia dónde se dirigen sus objetivos de cara al futuro?
Tras la reciente adquisición de las nuevas instalaciones de Terrassa, que han supuesto una inversión de 2 millones de euros y la incorporación de esos hornos de piedra que comentaba antes para incrementar nuestra apuesta por los productos y sabores clásicos, los proyectos de futuro más inmediatos de Valero están centrados en seguir siendo competitivos a partir de esta optimización de recursos y de la mezcla entre modernidad y tradición.
También tenemos previsto seguir incrementando nuestro número de establecimientos, tanto propios como franquiciados, y dar el salto al resto de la geografía española gracias a nuestra participación en una empresa como Pannus, una red de franquicias de ámbito estatal.