La conexión Trepat
Fontcuberta dedica su último libro de fotos a un fabricante de aperos agrícolas que conecta con las vanguardias de entreguerras
Josep Trepat Galcerán fue un empresario de Tàrrega que contribuyó decididamente al impulso de la agricultura productiva gracias a los miles de aparejos industriales que salieron de su fábrica, en la época dorada de la mecanización del campo. Lo que nadie había oído hasta ahora es que tuviera una sensibilidad estética por las máquinas que creaba y vínculos con destacados artistas de las vanguardias europeas de entreguerras.
El fotógrafo Joan Fontcuberta asegura que se quedó sorprendido ante el material fotográfico que Trepat guardaba en sus archivos y la documentación escrita y gráfica –miles de catálogos y fotografías– de una empresa fundada en 1914 y que cerró a finales de los ochenta. Trepat es una fábrica de estilo modernista que hoy alberga el Museu de Mecanització Agrària Cal Trepat, talleres con maquinaria obsoleta, hierros, tornos, poleas, martillos y polvo, mucho polvo. Un escenario ideal para el ojo fotográfico de Fontcuberta, que ha editado un libro en que postula la conexión de Trepat con destacadas figuras de la fotografía de vanguardia. Fontcuberta dice estar convencido –y dado su prestigio es probable que nadie rebata su teoría– de que el constructivista Alexánder Ródchenko, el dadaísta y surrealista americano Man Ray, el documentalista america- no Walker Evans, y los representantes de la Bauhaus, László Moholy Nagy y el matrimonio Becher, entre otros, fueron contactados por Trepat para que hicieran sus creaciones en su fábrica. “El libro es una obra colectiva en la que se muestra el espíritu de una época, porque hay fotógrafos anónimos que supieron incorporar con diligencia profesional los patrones estéticos dominantes, los más modernos e innovadores”, explica. La visión del libro transmite el embrujo visual de la fábrica Trepat y las coincidencias formales y estéticas de todo este patrimonio fotográfico que liga a un modesto constructor de aperos agrícolas mecanizados de una pequeña localidad catalana con la vanguardia de la imagen de entreguerras. Fontcuberta exige un esfuerzo del lector pues se hace difícil deducir el autor de una u otra foto. Como editor, ha introducido también algunas instantáneas suyas para completar “una gran ceremonia de la confusión”. El libro Trepat, A cAse study in AvAnt-gArde photogrAphy será editado por Editions Bessard (París) en versiones rústica y de lujo y tendrá difusión internacional ya que Fontcuberta quiere llevarlo a la consideración de la crítica el próximo julio en el festival Les Rencontres d’Arlès.
El libro será presentado esta tarde en la misma fábrica Trepat como el primer acto del festival Embarrat, un encuentro que fusionará la vieja maquinaria agrícola con las obras creadas in situ por 22 artistas jóvenes bajo el título La Gran Màquina. Los artistas seleccionados provienen de Barcelona, Amposta, Lleida, Pamplona, San Sebastián, Girona, Ourense, Vigo, Pontevedra, Murcia, A Coruña, Las Palmas de Gran Canaria, Lisboa y Berlín. La mayoría de piezas son de carácter audiovisual, pero la muestra contará también con dos performers, fotografía, pintura, escultura e instalaciones sonoras. Según uno de los organizadores, Jesús Vilamajó, de la empresa Intersecció, “queremos que Tàrrega sea un escaparate que dé visibilidad a los nuevos creadores, todo ese talento creativo que el empresario Trepat supo legar a la ciudad donde construyó sus aparatos, convertida en santuario para amantes de la vanguardia.