La decisión es del Palau
El Barça explota su superioridad física, acaba exhibiéndose y logra la ventaja de pista
El Barcelona cumplió a la primera oportunidad su objetivo de ganar al menos un partido en Valencia, de modo que ahora podrá decidir la serie en el Palau Blaugrana la semana próxima. Anoche, su rotunda superioridad física le permitió dominar el rebote y poner en evidencia al ataque local, que entregó el partido cuando estuvo 7 minutos del tercer cuarto sin anotar. Vista la situación de unos y otros, sólo una milagrosa recuperación de fuerzas de los valencianos podría evitar que la serie llegue a Barcelona con un 0-2.
Fue su enorme superioridad en el rebote lo que permitió al Barça ir casi siempre por delante, con una ventaja máxima de 6 puntos (24-20), durante todo el primer tiempo, en el que sólo hubo tres marcadores favorables a los locales: 3-0, 5-4 y 31-30. El Valencia tenía un tremendo agujero bajo su propio aro y su rival supo aprovecharlo para conseguir allí gran parte de sus canastas en una noche de muy escaso acierto en el tiro exterior. Un problema éste que le impidió sacar mayor partido de su buena defensa, que provocó en el primer cuarto nada menos que siete pérdidas de balón del equipo de Velimir Perasovic, que seguía acusando el desgaste físico que ya había evidenciado el lunes en el desempate con el Cajasol. Empezando por su base titular, el belga Van Rossom, claramente superado de entrada por Marcelinho, autor de 6 puntos en el 6-10, siguiendo por un Sato irreconocible y acabando por Doellman, MVP de esta Liga y tal vez futuro barcelonista, que con un dedo maltrecho no anotó en toda la segunda parte.
El rebote ofensivo proporcionó al Barça tres canastas consecutivas al comienzo del segundo cuarto, con Sada (8 puntos en este periodo) moviéndose como pez en el agua en estas condicio- nes tan favorables, a las que Perasovic puso fin al disponer una defensa en zona 1-3-1, con Doellman adelantado, que permitió respirar a su equipo (31-30). Al descanso (33-35) estaban a cero Oleson, Navarro y Abrines.
La primera canasta de la segunda parte fue de Ribas, pero ahí se acabó el Valencia, que falló catorce tiros consecutivos y estuvo casi 7 minutos sin anotar y más de 9 sin lograr una canasta. Un suicidio que el Barcelona, tras una corta fase en que compitió en errores con su rival, no desaprovechó. Se escapó con un parcial de 0-12 (35-47), con dos triples de Navarro, y ya no dejó que los valencianos tuvieran siquiera opción a soñar con dar la vuelta al marcador. Estaban rotos.
La enorme ventaja en el rebote permitió a los azulgrana madurar a un rival muy tocado
El último cuarto fue muy tranquilo para los azulgrana, que anotaron 26 puntos... repartidos entre sólo tres jugadores: Navarro, Tomic y Nachbar. Este último, que no se había estrenado hasta entonces, brindó una magistral exhibición de tiro en esos diez minutos, al marcar 15 puntos sin fallar nada: 2/2 de dos, 3/3 triples y 2/2 tiros libres.
Una infalibilidad que, naturalmente, disparó las diferencias: 43-58, 52-68 hasta rozar los 20 puntos. Muchos para lo que podía esperarse, pero la plasmación lógica de lo que había sucedido en la pista. El Barcelona, sin alcanzar una gran brillantez al principio, había sabido sacar partido de sus armas y sobre todo madurar a un rival que ha llegado muy tocado a este momento decisivo de la temporada. Y, seguramente, convencido de que ya ha hecho todo lo que tenía que hacer.
PRIMERO , EL REBOTE