La intervención de James Bond en Normandía
LA revista Le Nouvel Observateur cuenta en su número dedicado al día D que el personaje que inspiró a Ian Fleming para crear al espía de ficción más célebre de la historia, es decir James Bond, fue Dusko Popov. Su intervención fue decisiva para que triunfara el desembarco de Normandía, del que se cumplen setenta años, que permitió a los aliados liberar Francia y llegar al corazón del III Reich.
Fleming fue miembro del servicio de inteligencia británico y coincidió con un agente serbio llamado Popov, en las antípodas en cuanto a atractivo físico de Sean Connery, aunque con un poder de seducción nada despreciable. Igual que a Bond, le gustaba correr en coches deportivos, beber alcohol caro, fumar rubio americano y hospedarse en hoteles de lujo. Todo a cuenta del MI5, que lo consentía por tratarse de uno de sus hombres más valiosos. Su participación fue clave para poner en marcha una decisiva maniobra de intoxicación. Se trata- ba de hacer creer al mando alemán que habría un segundo desembarco en el paso de Calais, más cerca de las costas inglesas, que afectaría directamente a Alemania. Un grupo de espías, que se habían ganado la confianza de los servicios secretos alemanes, fueron los autores de una genial operación que cambió el rumbo de la guerra, al obligar a distribuir las fuerzas de la Wehrmacht en dos frentes. Llegaron incluso a construirse centenares de tanques y cañones de madera en la costa británica, que fueron fotografiados por la aviación de reconocimiento. En este grupo de agentes estaba también el catalán Joan Pujol, conocido como Garbo.
Este episodio se recordó ayer en Normandía, donde Obama y Putin volvieron a dialogar tras la crisis de Ucrania. Con Merkel como enlace y con una lectora de Fleming como es la reina de Inglaterra.