Llega el robot sensible
Una compañía lanzará un modelo por unos 1.450 euros que aprende y expresa emociones
El sueño de un niño que un día imaginó que construía un robot amigo inspirado por el personaje de manga Astro Boy está a punto de materializarse. Masayoshi Son es el segundo hombre más rico de Japón. Preside SoftBank, una gran compañía japonesa de telecomunicaciones que fundó en 1981 y tiene una fortuna valorada en unos 11.400 millones de dólares. Antes de su exitosa carrera profesional, cuando era un niño, Son pasó muchas horas ante el televisor pendiente de su robot favorito. Ahora va a poner uno al alcance de los consumidores por un precio asequible.
SoftBank presentó ayer Pepper, un robot humanoide diseñado por la compañía francesa Aldebaran Robotics que costará 198.000 yenes (unos 1.420 euros) y que es capaz de entender y expresar emociones. A partir de la semana que viene, el público en general podrá conocer a Pepper en las tiendas de la compañía de telecomunicaciones de algunos distritos de Tokio. A partir de febrero se pondrá a la venta para su uso en el hogar.
A diferencia de Astro Boy, que estaba incapacitado para la expresión emocional, Pepper ha sido concebido precisamente para eso. Puede detectar las emociones humanas al analizar las expresiones de su interlocutor y decidir entonces las respuestas más adecuadas, que extrae de una base de datos en la nube.
“Astro Boy no era capaz de experimentar sentimientos como el dolor, la tristeza o la felicidad, Y aunque yo era un niño pequeño, pensaba que era una pena. Pensé que sería bonito que los robots y los ordenadores pudieran tener sentimientos”, explicó Son durante la presentación de Pepper.
El robot, con un revestimiento de plástico blanco, tiene una altura de 1,20 metros, pesa 28 kilos, se mueve sobre ruedas y tiene una pantalla en el pecho. Su cara es capaz de expresar emociones y gesticular mediante el movimiento de brazos y manos. Además de un sistema eficaz de reconocimiento de voz que por el momento entiende 4.500 palabras ja- ponesas, Pepper lleva más de una docena de sensores. Su batería aguantas 12 horas sin recarga.
El robot es capaz de reconocer cuando toca algo con la mano y puede medir distancias mediante sensores láser. El equipamiento de Pepper incluye dos cámaras, cuatro micrófonos y capacidad wi-fi. Precisamente utiliza una conexión a internet para obtener las respuestas que debe dar ante los estímulos que recibe,
Con toda esa tecnología, el robot de SoftBank debería costar más que el precio anunciado. El director ejecutivo de Aldebaran Robotics, Bruno Maisonnier, apuntó ayer en Tokio que la previsión de ventas de Pepper es de millones de unidades. Esa fórmula que permitirá reducir los costes de producción y permitirá a ambas compañías obtener beneficios después de un periodo inicial de pérdidas.
Pepper utiliza un motor de inteligencia artificial llamado Emo
tional engine. Cuando el robot interactúa con una persona, envía los datos a la nube y recoge posibles respuestas. Las compañías informaron además de que el humanoide está equipado con sistemas de seguridad para evitar blo-
El objetivo de la empresa es crear humanoides “cariñosos que puedan hacer sonreír a la gente”
queos caídas. Además, se le pueden instalar aplicaciones.
Quienes han visto en directo y en acción a Pepper no dudan de que es un gran comienzo como un robot de compañía, pese a que durante las demostraciones en Tokio llegó a atascarse en la comprensión de algunas frases.
Con sus dos grandes ojos que destacan en su cara, Pepper asegura que quiere “ser amado” y hasta es capaz de cantar y bailar en función de lo que considere más oportuno en su relación con el ser humano con el que trata. “Nuestro objetivo es desarrollar robots cariñosos que puedan hacer sonreír a la gente”, señaló Son. Objetivo cumplido.