La Diagonal verde
La reforma de la avenida se marca el objetivo de salvar el 100% de los árboles
Vista desde el aire, en primavera, la Diagonal es una extensa y larga alfombra verde que recorre de punta a punta la ciudad. A pie de calle, la arboleda se convierte en una gran cubierta vegetal que protege del sol en verano. El Ayuntamiento de Barcelona se ha propuesto preservarla pese a las obras de remodelación que ya están en marcha desde la plaza Francesc Macià hasta el paseo de Gràcia.
La arboleda que perfila la avenida es uno de los grandes valo- res de esta artería urbana. En ella hay 550 árboles –la mayoría plátanos– de 15 especies. Se trata de ejemplares de más de cincuenta años que sobreviven como pueden a la contaminación del tráfico y a la falta de riego y abono. La remodelación servirá para determinar el estado de salud de los ejemplares y subsanar algunas de las deficiencias que sufre la vegetación de la avenida. Según el último estudio efectuado en el anterior mandato, y que se realizó con motivo de la polémica reforma socialista, entre el 35% y el
40% de los árboles están en mal estado, sufren raquitismo y otros problemas, pero no corren peligro de muerte. Se puede decir que gozan de una mala salud de hierro. El objetivo que se ha marcado la remodelación es preservar el 100% de los ejemplares. Por eso, según explica el teniente de alcalde de Hábitat Urbano, Antoni Vives, se tratará de forma individualizada cada ejemplar para determinar, caso por caso, su estado de salud y qué necesita para sobrevivir en un ambiente de tanta presión. “Son seres vivos que habitan en un entorno urbano. Sufren estrés hídrico y otras patologías”, explica el concejal.
La vegetación es uno de los condicionantes más importantes de la reforma iniciada esta semana. Desde que se decidió remodelar la Diagonal, los árboles se han considerado un elemento delicado. El alcalde Xavier Trias puso como condición a su equipo que la reforma no afectara a la espesa vegetación de la Diagonal. Los técnicos y políticos municipales son conscientes de que son un bien apreciado por los barceloneses y que difícilmente aceptarían tocarlos. Basta con recordar algún que otro episodio de la historia reciente de la ciudad –como la polémica tala de encinas en el Tibidabo para construir la nueva montaña rusa– que causó un fuerte rechazo social y la movilización de los vecinos.
La premisa inicial es respetar el verde y salvar todos los ejemplares, siempre que estén sanos. El carril lateral se habilitará entre las dos hileras de árboles de los paseos y se está intentando que las obras no afecten a las raíces, de manera que no contribuyan a incrementar la mortandad de los ejemplares. Afortunadamente, las primeras catas, efectuadas durante el pasado fin de semana, y que continuarán hoy, reflejan que las raíces son más profundas de lo que inicialmente se pensó, lo que facilita la actuación urbanística y su supervivencia.
De momento se han podado los ejemplares de los tramos de Diagonal que están en obras. El pasado fin de semana se iniciaron las labores en el lado montaña de la avenida, entre la plaza Francesc Macià y la calle Muntaner, y en el lado mar, desde Aribau hasta el paseo de Gràcia.
A simple vista se puede ver que la poda afecta mucho más a los ejemplares que se encuentran más cercanos a la fachada que a los que están junto a los carriles centrales. Joan Pinyol, asesor en jardinería para el seguimiento del proyecto y las obras –contratado por la empresa pública Barcelona Infraestructures Municipals (Bimsa)–, explica que, aunque no es momento de podas –normalmente son habituales en los meses de invierno–, la tala de las ramas no repercutirá en la salud de los ejemplares.
En este sentido, Mateu Tersol, director del proyecto de la reforma de la Diagonal, aclara que los árboles que están más cerca de la fachada sufrirán el impacto de las obras por tres zonas y eso ha obligado a estabilizar su base y, al tiempo, efectuar una poda un tanto más agresiva. “Las ramas volverán a brotar y lo harán en mejores condiciones porque vivirán en un espacio más sano”, coincide Joan Pinyol. No sólo porque tendrán menos tráfico a su alrededor una vez concluya la remodelación –la capacidad circulatoria se reducirá un 15%–, sino también porque dispondrán de riego y los alcorques serán más grandes que los actuales.
La remodelación comportará la instalación del riego de agua freática que irá conectado a la red que ahora controla los parques y jardines de la ciudad. Se trata de una plataforma inteligente que, según Antoni Vives, permitirá determinar cuándo es conveniente regar, sin tener que mi-
rar al cielo. Un anillo alrededor de la zona del tronco logrará este objetivo. Además, los alcorques con más espacio permitirán tener una nueva capa de tierra más gruesa, mejorar la ventilación y la oxigenación de los ejemplares.
Una de las curiosidades que ha revelado el estudio sobre la vegetación de la avenida es que, al contrario de lo que muchos piensan, la mayoría de las palmeras no están alineadas con los plátanos ni con la acera. Fluyen a su antojo a lo largo de la hilera de árboles, algo que los técnicos deberán subsanar para poder habilitar el carril lateral. Así las cosas, deberán trasplantar 110 árboles a medio metro de su ubicación actual. Para ello se necesitará una grúa de grandes dimensiones que permita levantar los ejemplares y volver a plantarlos en otro lugar a 80 centímetros más de profundidad. De esta manera, explican los técnicos, se garantiza que posteriormente las raíces no se vean afectadas por la actuación urbanística.
Estos trasplantes deberán tener en cuenta una de las principales amenazas de las palmeras en el Mediterráneo: la plaga del escarabajo picudo. Este insecto ha dañado de muerte bastantes ejemplares y, por eso, para el traslado de las palmeras se cerrará la copa, para evitar así que otros ejem- plares puedan verse colonizados.
“Los materiales que se utilizarán para crear los nuevos viales y aceras de la Diagonal tendrán muy en cuenta las raíces”, dice Tersol.
Una vez que concluya la reforma, cada árbol dispondrá de un código QR que aportará datos del ejemplar. Un peatón podrá, con su móvil, recibir información de los 318 plátanos, las 115 palmeras de la especie Phoenix y las 36 washingtonianas, además de almeces, encinas, magnolios y así hasta una quincena de especies.
El arbolado de la Diagonal es antiguo. Fue el propio Ildefons Cerdà quien sugirió que se plantaran plantas y palmeras respetando una distancia de nueve metros entre una y otra. La ciudad empezó a hacerle caso mucho más tarde: no fue hasta los años sesenta cuando se generalizaría el arbolado en la avenida y en toda la ciudad.