La facultad de Educación de la UB empieza las clases sin parte de los profesores asociados
Los estudiantes que esta semana han empezado las clases en la facultad de Educación de la Universitat de Barcelona se han encontrado con un contratiempo: faltan profesores y no pueden dar todas las clases programadas. En el grado de Educación Infantil falta el profesor de once asignaturas para 33 grupos de alumnos, entre ellas alfabetización digital, didáctica de la música, didáctica de la literatura o didáctica de las matemáticas–. En el de Educación Primaria son doce las asignaturas afectadas –para 33 grupos–, como didáctica de las matemáticas, lengua inglesa o catalán. Algunas de estas asignaturas son obligatorias. La decana de la facultad, Anna Escofet, señala que el problema estará solucionado a final de la semana que viene. “Se trata de un tema burocrático a la hora de formalizar los contratos de algunos profesores asociados”, señala. Esta facultad, que nace de la fusión de las antiguas facultades de Pedagogía y Formación del Profesorado, cuenta con 500 profesores, un tercio de los cuales son asociados. El centro ha tenido dificultades para gestio- nar todo el papeleo y el proceso de contratación se ha retrasado hasta septiembre. Según Escofet, algunos profesores asociados “no estaban dados de alta en la Seguridad Social” y esto ha demorado su incorporación. “En unos diez días esperamos que todo esté resuelto”, insiste Escofet. Los alumnos podrán recuperar las clases. A los problemas burocráticos se han añadido otros laborales. Determinados profesores han renunciado a última hora a su contrato de asociado porque han encontrado mejores ofertas en otras universidades o instituciones, relatan varios docentes de esta facultad. Según Escofet, se trata de unas “ocho personas”. “Cuando alguien renuncia a la plaza de asociado se busca al próximo de la lista”, afirma. La mayoría de los asociados son profesores de escuela o instituto y educadores sociales que combinan su trabajo con las clases en la universidad. Esta es una de las primeras facultades que siguen el plan de reorganización emprendido por el rectorado de la UB, que pretende fusionar la mitad de los centros. En total, se pasarían de 19 a 10 facultades y se dejarían abiertos unos 60 departamentos. / Redacción