Sobre cantidad, calidad y lecciones de dietética

Es evidente que una idea de lo que es más o menos comer bien la tiene casi todo el mundo. Hablando en términos escolares, hay unas “lecciones” prácticas de dietética que están aprendidas. Que si no hay que tomar demasiadas grasas saturadas, que atención a la dosis de sal, las famosas 5 raciones diarias de vegetales… en fin, que la teoría está servida. Ahora bien, hay un tema muy básico que sigue creando dudas, que es el de la cantidad.

Está clarísimo que hay que seguir una dieta variada pero las cantidades, ¡ah!, esto ya es otro tema. Y es lógico, porque la idea de cantidad normal de un alimento en realidad ya la tenemos, aunque muchas veces es errónea . La tradición familiar, el apetito, las creencias o las circunstancias determinan a menudo lo que es para nosotros la cantidad normal de comida. Y lo anterior provoca un montón de errores. Uno de ellos es la convicción de que si se trata de alimentos sanos la dosis no importa, porque a más cantidad más salud….y esto no es así. La cantidad de salmón, de aceite de oliva o frutos secos importa, aunque sean alimentos sanísimos. Dicho de otra manera se puede tener problemas , también sobrepe- so, tomando alimentos sanos. De hecho no es recomendable el exceso de nada, ni de agua.

Otro error es pensar que las citadas cantidades entre adultos han de ser las mismas para todos. Falso. Todos podemos tomar la mayoría de alimentos pero las cantidades , especialmente de los alimentos ricos en carbohidratos y grasas, no será la misma para todos. Influye la edad, sexo, peso, actividad física… Repartir el pastel en la familia en partes iguales es un error. También hay fallos en sentido contrario: tomar filetitos de pescado o carne de 50 gramos como ración normal para un adulto, sea el que sea, es insuficiente. Por tanto una lección que estaría bien aprender este curso es que la cantidad es tan importante como la calidad de los alimentos y que difícilmente podremos tener una dieta sana si las cantidades no son adecuadas.