Una moneda que explica muchas cosas
La Real Casa de la Moneda del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte ha decidido acuñar monedas nuevas. Aprovechando la ocasión han pensado que es el momento de cambiar el perfil de la reina Isabel II, que ya hace años que circula y no se corresponde con el perfil actual de la señora, que ya tiene 88 años.
Para hacer las cosas como es debido y que después no les acusen de vete a saber qué, el comité asesor de la Real Casa de la Moneda convocó no hace mucho un concurso. Como acostumbra a pasar se han presentado varios grabadores. El ganador ha sido Jody Clark, con un perfil donde la señora mira hacia la derecha, lleva la corona preceptiva y muestra arrugas en el lateral de la frente y en las comisuras de los ojos, amén de la mejilla un poco caída y una papada como Dios manda. Una vez escogido el perfil ganador, el comité asesor se lo ha enseñado a la monarca, por si no le gustase, pero sin ningún tipo de problema ha dado su visto bueno. El próximo lunes, 9 de marzo, empezarán a fabricarlas, pero no entrarán en
Han decidido cambiar en las monedas el perfil de Isabel II y adaptarlo a sus 88 años
circulación hasta finales de año. Jody Clark, un joven con barba cortita, está contentísimo. En la BBC ha declarado: “Espero haber hecho justicia a Su Majestad. Todavía me cuesta creer que mi retrato real aparezca acuñado en millones de monedas”.
Isabel II accedió al trono en febrero de 1952. Durante estas más de seis décadas han cambiado su perfil de las monedas en cuatro ocasiones, adaptándolo cada vez a su evolución real. Nada hay más ridículo que ver la foto oficial de un cargo institucional en la pared de un despacho con una cara joven que no se corresponde con la que ya tiene en realidad. El primer perfil suyo que apareció en una moneda fue de aquel mismo 1953 y allí aparece jovencísima. Este será el sexto cambio. Que con 88 años de edad la Real Casa de la Moneda y ella misma lo bendigan quiere decir que calculan que, si no hay un imprevisto, su reinado durará todavía bastante tiempo.
No sé cómo debe haber encajado la noticia su hijo Carlos, el príncipe de Gales. Durante muchos años el mundo medio creía que algún día su madre abdicaría y lo coronarían rey. Pero después de este nuevo perfil en las monedas maternas no creo que le queden ya muchas esperanzas, porque cada vez está más claro que la corona pasará a su hijo Guillermo. De forma que, si no me equivoco, es muy probable que las únicas monedas que haya visto con su cara –conmemorativas pero de curso legal– sean las de 25 peniques que fabricaron en 1981, cuando se casó con Lady Di. Aparecen los perfiles de ambos rodeados por la leyenda “H. R. H. The Prince of Wales and Lady Diana Spencer 1981”, y ya sabemos cómo acabó todo aquello. Pobre chico, mira.