Francia analiza 18 casos de cáncer asociado a implantes
Sospechas de que una prótesis de mama desarrolla linfoma
El organismo francés encargado de la seguridad de los medicamentos decidirá antes de fin de mes sobre la prohibición de las prótesis mamarias, o de algunas de ellas, después de que se detectaran sospechas de que podrían estar en el origen de desarrollos cancerígenos.
De momento, parece tratarse de un cáncer con gran repercusión mediática. Sobre las 400.000 francesas que llevan prótesis para realzar su pecho (el 83% de los casos por razones “estéticas”, solo un 17% tras operaciones quirúrgicas) sólo se han registrado 18 casos de “linfoma anaplásico de células grandes”.
Según informó el diario Le Parisien las autoridades sanitarias de varios países están “intercambiando información” alrededor de esta sospecha, que la Agencia Nacional de Seguridad de los Medicamentos (ANSM), el organismo francés, precisará con un dictamen antes de fin de mes. François Hébert, director adjunto de la agencia, dice que ese tipo de desarrollo cancerígeno, “parece relacionado con llevar prótesis mamarias.” Catorce de las 18 perso- nas afectadas –de las que una falleció– llevaban además prótesis de la misma marca Allergan, un fabricante americano que tiene el 30% de la cuota de mercado en ese sector.
La ministra de Sanidad france- sa, Marisol Touraine, ha reaccionado llamando a la prudencia con una recomendación dirigida a las mujeres concernidas de que no se hagan retirar las prótesis. Se va a incrementar la información para las mujeres deseosas de tales implantes. En todo el mundo se tiene constancia de 173 casos como los 18 contabilizados en Francia, lo que es una cifra muy pequeña.
Francia ya conoció en el 2010 un escándalo asociado a las prótesis mamarias, después de que el fabricante PIP decidiera reducir costes sustituyendo el gel común utilizado por un producto más barato que tenía el inconveniente de romperse. Más de 4.000 mujeres vivieron en carne propia la desagradable experiencia de esas rupturas pectorales y el colectivo de mujeres con esos implantes se acercaba a las 30.000.
La aseguradora multinacional Allianz, un poder fáctico alemán, logró que sus abogados impusieran una indemnización ridícula de 3 millones de euros a repartir entre las afectadas, es decir a unos 750 euros por cabeza, después de que PIP fuera condenada a indemnizar en diciembre del 2013. El pleito, sin embargo, todavía sigue abierto.
El país ya conoció un sonado escándalo por el mismo asunto en el 2010, que afectó a 4.000 mujeres