El directorio del euro acorrala y exige medidas a Grecia
El BCE advierte al Gobierno de Tsipras que debe “ponerse a trabajar y dejar de criticarles todo el tiempo”
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, vio cumplido ayer su objetivo de elevar el debate sobre la crisis financiera de su país al más alto nivel político europeo, con la celebración de una minicumbre monotemática anoche en Bruselas. Pero, a juzgar por las intenciones con que sus interlocutores entraron a la cita, su deseo bien pudo haberse vuelto en su contra. “Pónganse a trabajar, dejen de criticarnos todo el tiempo y aférrense al acuerdo del Eurogrupo”, se disponía a decirle anoche Mario Draghi, presidente del
REGALO ENVENENADO
Banco Central Europeo, informaron fuentes diplomáticas.
Tsipras aspira a “una solución política” global para los problemas de Grecia que facilite el acuerdo sobre las reformas que deben aprobar para recibir el nuevo tramo del rescate europeo, prorrogado por el Eurogrupo el 20 de febrero por cuatro meses más. “Busca respaldo político para cambiar un acuerdo político que tiene el consenso de todos, y no se lo van a dar. En lugar de perder el tiempo pidiendo reuniones lo que tiene que hacer es presentar la lista de reformas”, avisaban anoche fuentes diplomáticas.
¿Qué debe hacer Grecia para volver a recibir fondos del préstamo europeo (quedan 7.000 millones por desembolsar del último rescate)? El acuerdo del Eurogrupo de finales de febrero autorizó a Grecia a adaptar la lista de medidas pactadas por sus antecesores, el Gobierno conservador de Andonis Samarás. Pero las negociaciones para pactar esa nueva lista no avanzan, denunciaron ayer varios gobiernos, y la situación financiera de Grecia empeora por momentos. “Si el ocho de abril hay acuerdo sobre la lista de reformas que se compromete a aplicar rápidamente, los desembolsos pueden empezar”, aseguran fuentes diplomáticas.
La idea puede ser tentadora para Tsipras, dados sus apuros financieros. El problema es que los compromisos europeos pueden ir en contra de sus promesas electorales, un asunto que la eurozona no está dispuesta a resolver por él. La decisión de Tsipras de tramitar anteayer la ley humanitaria para dar vales de comida y electricidad gratis a los griegos en peor situación sin esperar a la luz verde europea ha terminado de enrarecer el ambiente, en medio de temores de corralito.
Las instituciones europeas abogan por relajar la tensión acumulada y dar un mensaje de unidad. “No, esta no es la última oportunidad para Grecia”, recalcó Donald
Tsipras tuvo el debate que pedía sobre Grecia pero se encontró sin apoyos
Tusk, presidente del Consejo, horas antes del comienzo de la cumbre con los 28 líderes europeos en Bruselas. A la cita con Tsipras sólo se sumaron los miembros del directorio oficioso del euro: la canciller alemana Angela Merkel, el presidente francés François Hollande, Jean Claude Juncker (Comisión), Draghi y Tusk.
El formato elegido para satisfacer el ruego griego fue objeto de polémica. Varios países se consideraron excluidos. Algunos lo denunciaron públicamente: “Estoy furioso”, declaró el primer ministro belga Charles Michel. “Ni Francia ni Alemania tienen mandato para negociar por Bélgica, que también es acreedora de Grecia con 7.000 millones”, lamentó; “hay mucha gente que quiere ayudar a Grecia pero los griegos tienen que dejarse ayudar”, dijo.
Otras delegaciones, como España o Italia, se mostraron conformes con la iniciativa. Es “una reunión de buenos oficios”, dijo el presidente Mariano Rajoy. “Todo lo que sirva para limar asperezas y convencer a los griegos de que las normas están para cumplirse y no se pueden saltar lo veo muy positivo”, argumentó.
Tsipras se encontró con pocas caras amigas alrededor de la mesa. La actitud comprensiva de Juncker, que presenta la permanencia de Grecia en el euro como el gran legado de sus años al frente del Eurogrupo, ha suscitado malestar en Berlín, por lo que ayer no cabía esperar más guiños a Tsipras sino que se sumara al
FORMATO POLÉMICO Bélgica se queja porque sólo Francia y Alemania participen en la cita
EL PAPEL DE ALEMANIA
Merkel recuerda al Bundestag que “si el euro fracasa, Europa fracasa”
mensaje oficial de que no hay apaños políticos ni atajos que le libren de sus obligaciones.
Lo dijo claramente Merkel al llegar a Bruselas: “Que nadie espere una solución ni un avance decisivo”, advirtió. Las negociaciones se llevarán a cabo en el Eurogrupo, entre los ministros de Finanzas europeos, y no al máximo nivel político, recalcó. Los reproches, acusaciones y reclamaciones han elevado el nivel de animo- sidad entre Alemania y Grecia a niveles nunca vistos en la UE, tanto entre la opinión pública germana como los dirigentes políticos. En medio de este clima político tan negativo, Merkel recordó ayer al Bundestag que está en juego algo que va más allá de la suerte de Grecia: “Si el euro fracasa, Europa fracasa”, el euro “es más que una divisa”.