Por méritos propios
Editado un libro con las biografías de 53 mujeres que tienen nombre en el espacio urbano de Barcelona
No tienen grandes avenidas; si acaso, algún pasaje (como el de Aurora Díaz-Plaja). Copan calles, algunas no muy vistosas, y figuran –eso sí– en muchos jardines, “algo muy de género”, bromea Betsabé Garcia, historiador –prefiere esta palabra a la de historiadora, “porque mi sexo no es lo importante”–, autora del libro Barcelona amb nom de dona, obra que es como un alto en el camino, un reflejo del influjo femenino en el devenir machista de la historia. Editado por el Ayuntamiento de Barcelona y Editorial Mediterrània, la obra, presentada ayer en la sede del Institut d’Estudis Catalans, recoge el esbozo biográfico de 53 mujeres cuya vida y obra han merecido un reconocimiento en el nomenclátor barcelonés.
No están todas, por supuesto. En las calles de Barcelona existen decenas y decenas de nombres de mujer –aunque muy por debajo de las de hombre–, pero Betsabé Garcia, por cuestiones de espacio, de tiempo y de presupuesto ha hecho una elección –“que no ha sido fácil”– de aquellas que merecía una lectura atenta de sus vidas y obras.
Los diez distritos de Barcelona están representados en el libro, a razón de cinco mujeres por distrito, a excepción del del Sant Martí, que tiene ocho. En la introducción, el concejal de Cultura, Jaume Ciurana, lo explica bien: es la zona de la ciudad “que más pro- fundamente se ha transformado en los últimos treinta años y ha creado nuevas calles y nuevas plazas”. Ello, unido a la sensibilización por la falta de reconocimiento al papel de las mujeres, convierte Sant Martí en el distrito con más nombres de mujer, según el meticuloso vaciado de información que ha hecho Garcia. “Todo lo contrario del distrito de Gràcia, que tiene una trama urbana totalmente consolidada y que difícilmente cambiará”, añade Ciurana.
Entre las mujeres seleccionadas por Garcia hay escritoras, médicos, pedagogas, activistas revolucionarias, políticas, artistas, pintoras, bailarinas, actrices, pensadoras... mujeres que tuvieron muchas dificultades para brillar en su época y a las que no ha sido fácil reconocer con posterioridad a su muerte.
Garcia afirma que los lectores se podrán encontrar con alguna sorpresa, como la explicación de dónde viene el nombre de la calle Princesa. Mientras redactaba el libro se percató de “la cantidad de mujeres que merecen una biografía y un trabajo de investigación. Es impresionante”, afirmó. Entre las biografías que más la han impactado, están las de Rosario Pi o Anna Maria Martínez Sagi. Pero también tiene un recuerdo para otras que merecerían que alguien “las escriba”, como Madrona Prat, Pepita Casanellas o Josefa Rosich,
‘Barcelona amb nom de dona’ busca dar visibilidad a la vida y obra de mujeres que marcaron camino