Cuatro años para limpiar el cielo nocturno catalán
Ahorro de 18 millones de euros al año con la renovación de farolas y lámparas exteriores ineficientes y contaminantes
Las 477.000 farolas y otros puntos de luz que utilizan el vapor de mercurio, de una gran toxicidad ambiental, deben ser sustituidos por otras instalaciones de tecnología más eficiente y limpia en un plazo máximo de cuatro años. En el caso de la iluminación en ámbitos de máxima protección (Pla d’Espai d’Interès Natural, Xarxa Natura o área de influencia del Observatori Astronòmic del Montsec) la fecha límite expira el 31 de marzo del 2016; en del alumbrado de titularidad pública, el 31 de diciembre del mismo año, y en el privado, en diciembre del 2018.
La dirección general de Qualitat Ambiental de la Generalitat recordó ayer la urgencia en la sustitución de los sistemas de alumbrado obsoletos y contami- nantes atendiendo la modificación del articulado de la ley de ordenación ambiental del alumbrado para la protección del medio nocturno.
Cerca del 25% de la iluminación pública de Catalunya todavía tiene lámparas con vapor de mercurio (358.5000), una tecnología que dejará de comercializarse este año por su elevado impacto ambiental. El sector privado está acabando antes los deberes pues sólo le quedan por renovar 118.500 puntos de luz, el 8% del total.
Assumpta Farran, directora general de Qualitat Ambiental, subrayó ayer que durante este periodo de tiempo también deben erradicarse las 227.000 farolas que emiten la mitad de la radiación en dirección al cielo. Este tipo de alumbrado “genera contaminación lumínica, ade- más de un gran derroche de energía”. Las nuevas lámparas deberán enfocar toda la luz hacia el espacio que se quiera iluminar.
La renovación prevista en esta fase comportará un ahorro de 18 millones de euros anuales teniendo en cuenta que se consumirán 100 gigavatios por hora menos, según cálculos de Qualitat Ambiental. A largo plazo, una vez culminado todo el proceso de sustitución de los sistemas más obsoletos, el consumo eléctrico disminuirá en un 40% y la potencia instalada en un 34%. Estas medidas facilitarán rebajar en cerca de un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Barcelona ha hecho un buen trabajo y ahora da un doble paso con la implantación de la tecnología LED más eficiente y respetuosa con el medio ambiente, pero los municipios “más limpios” son los que están alrededor del Observatori Astronòmic del Montsec, que tienen la máxima protección contra la contaminación lumínica”, comenta Farran.
Ager, una pequeña localidad de la Noguera, puede presumir de disfrutar de los mejores cielos nocturnos de Catalunya.
Los pueblos cerca del Observatori del Montsec, libres de contaminación lumínica