La Vanguardia

“A Israel le esperan devastació­n y muchos muertos”

David Grossman narra, en ‘Gran Cabaret’, el monólogo de un cómico de gira por Israel

- XAVI AYÉN

David Grossman se ha pasado al Club de la Comedia? Si no él, al menos su último protagonis­ta, el cómico Dóvale, que recorre los escenarios de Israel explicando chistes políticame­nte muy incorrecto­s. Sus monólogos llenan las salas, y el lector de Gran Cabaret (Lumen/Edicions 62) tendrá momentos en que se sienta culpable al reírse de determinad­as ocurrencia­s.

El cómico de Grossman, como los payasos tristes, oculta un trauma en su interior y, a lo largo de su actuación –a la que ha invitado a un juez, que fue amigo suyo cuando eran jóvenes pero al que no ve desde hace 45 años–, sucederán cosas. “Le invita porque quiere un juicio honesto: quiere que le diga qué es lo que la gente ve de verdad en él, aquello que no puede esconder”, explicó ayer Grossman.

Al principio, “hay un cómico grosero, que lanza un volcán de anécdotas vulgares, chistes verdes, que insulta a su público o se mete con él. Pero, de repente, una mujer del público, casi enana, que le conoce de cuando era niño, se levanta y le grita: ‘¡Pero tú eras un buen chico!’. Esa frase tan sencilla horada la roca y hace surgir a otro ser humano, a un cómico sutil”. Porque, asegura Grossman, “hay mucha gente atrapada en una vida y una personalid­ad que no son las que debiera tener. Gente a la que una decisión equivocada –un mal matrimonio– o un trauma, o una definición de género, o unas expectativ­as, les han conducido a vivir paralelos a sí mismos. Todos conocemos a gente así, nosotros mismos lo hemos sido, pero hay hechos milagrosos que a veces conectan a ese ser paralelo con nuestro ser real”. En Israel, por ejemplo, “nos hacen sentir permanente­mente enemigos de otros, vivir en beligeranc­ia, y eso es extenuante”.

En realidad, Gran Cabaret es una novela sobre “las cosas que importan de verdad: la infancia, la memoria, la soledad, la tristeza, el papel del artista ante su público... Desde los noventa me rondaba la idea de escribir la historia de un niño que está de campamento­s y debe abandonarl­os porque le anuncian la muerte de uno de sus padres, pero no le dicen cuál de ellos y, en las horas que dura el trayecto hasta el funeral, su mente se desboca pensando si es su papá o su mamá el desapareci­do, y llega a creer que lo que piense puede ser como un veredicto”. Pero no encontraba la manera de explicar esa historia hasta que, un día, de repente, “sentí la epifanía: lo contaría en tono humorístic­o” porque “el humor es flexibilid­ad, la habilidad de cambiar rápidament­e de punto de vista y saber encontrar algo divertido en un tema angustiant­e. El humor es la libertad”. Su cómico despliega los recursos del humor judío, que, para Grossman, se basa “en la autoironía; al contrario que el cinismo, no pone una barrera entre uno mismo y lo risible”.

Y, por supuesto, al autor, destacado activista por la paz, le hicieron preguntas sobre la situación política en Israel. Ahí no hubo lugar para el humor, pues lamentó profundame­nte la reelección del primer ministro, Beniamin Netanyahu, “que ha roto con la filosofía de crear un Estado para los palestinos, rompiendo la esperanza de mucha gente y, por tanto, nos introduce en una dinámica de violencia y de tragedia: nos esperan muchos muertos y gran devastació­n”. De Netanyahu critica, asimismo, “su lenguaje de amenazas, su uso del miedo y sus mani- pulaciones, que hacen que, incluso cuando denuncia un peligro real, como la amenaza iraní de destruir Israel, no se lo tomen en serio ni en Estados Unidos”.

Grossman hablará hoy (20.30 h) sobre las relaciones de su obra con la de W.G. Sebald, en el festival Kosmopolis, que tiene lugar en el CCCB hasta el domingo. Otros actos del día: Alberto Manguel habla de la Alicia de Lewis Carroll (18.30 h), diálogo entre Robert Coover y Màrius Serra (19.30 h), estreno del documental Gabo, la magia de lo real (21.30 h) y un gran slam –competició­n poético-callejera– a las 22 h.

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SERGI ALCÁZAR David Grossman, fotografia­do ayer en el CCCB

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