Sepai ya piensa en fábrica propia
La firma de cosmética creada en el 2009 en Barcelona factura 3,5 millones
Roxana Chang y Paola Gugliotta, arquitectas venezolanas, llegaron a Barcelona hace casi veinte años para estudiar un posgrado, y acabaron creando en el 2009 la empresa de cosmética Sepai, para posicionarse en el mercado de alta gama y las marcas de culto. Les pilló la crisis pero, firmes en su apuesta internacional, la compañía ha llegado a una facturación de 3,5 millones en el 2014, y con un 90% de las ventas en el exterior. Sepai desarrolla sus propias formulaciones y subcontratan la fabricación a terceros en Catalunya. Pero con el crecimiento previsto, espera alcanzar dentro de unos tres años una factura- ción de 10 millones, y para entonces espera contar con una fábrica propia. “Hasta ahora nos hemos autofinanciado y esperamos afrontar nosotros la inversión”, explican. La compañía nació con 700.000 euros, y además de las fundadoras, tiene como accionista desde el principio a un grupo logístico catalán. Con sede en Esadecreápolis y una oficina en Milán, Sepai alcan- zará este año los diez trabajadores.
“Nacimos en el segmento de precios alto, y hemos creado productos más asequibles, para el sur de Europa”, explica Paola Gugliotta. Sepai vende en comercios, canal profesional, spas y médicos estéticos, y ha desarrollado una línea de cosmética a medida, Gen Decode.
Su primer mercado es Alemania, seguido de España (con 18 puntos de venta, 4 en Barcelona) e Italia, pero están ya en una quincena de países, como Reino Unido, Suiza, Singapur, Hong Kong, China o Rusia. “El distribuidor en Corea ha fichado en exclusiva a Megan Fox como imagen de la línea corporal de Sepai”, explica Gugliotta.