Un tejido comercial dinámico
LOS BARCELONESES VALORAN POSITIVAMENTE LA OFERTA COMERCIAL, LOS HORARIOS Y LA ATENCIÓN PERSONAL DE LOS COMERCIANTES
Barcelona cuenta con un modelo comercial propio basado en un comercio urbano, de proximidad, consolidado y que fomenta la riqueza, la creación de puestos de trabajo y la cohesión social de los barrios. Además, el comercio es clave para la recuperación económica de la capital catalana: es la primera actividad económica de la ciudad, emplea a un 15% de los barceloneses y su impacto en el PIB de Barcelona es del 14%.
El concejal de Comerç, Consum i Mercats, Raimond Blasi, recuerda que Barcelona es una capital mediterránea donde el comercio forma parte de su larga historia, ya desde la época de los gremios, y donde ha dejado una fuerte huella. Es por ello que el tejido comercial tiene un papel esencial para preservar el patrimonio familiar e histórico de la ciudad, fomentar la convivencia y la cohesión social en los barrios, y contribuir al dinamismo económico y social de Barcelona. Al mismo tiempo, Blasi destaca la apuesta del comercio de proximidad por la calidad, la superación y la capacidad para afrontar nuevos retos con soluciones creativas, innovadoras y sostenibles.
Valoración positiva
Los barceloneses valoran con un 7,8 sobre 10 el comercio de la ciudad, según la encuesta Òmnibus Municipal del Co- merç de 2014, una puntuación que se mantiene bastante estable a lo largo de los últimos años. El informe destaca que los barceloneses valoran muy positivamente aspectos como la oferta comercial, los horarios y la atención personal por parte de los comerciantes. En este último apartado, el más valorado es el trato recibido por parte de la persona que atiende en un comercio (93,7%), la profesionalidad (93,6%) y la honradez (93,1%).
Más de la mitad de los encuestados (el 51,9%) considera que las tiendas de barrio o especializadas son el establecimiento donde mejor les atienden, por delante de los mercados municipales (21,1%), supermercados (13,4%), centros comerciales (3,5%) y grandes almacenes (2,7%).
Hoja de ruta del comercio
La ciudad cuenta con una hoja de ruta especí ca para el sector del comercio, el Pla dimpuls i suport al comerç de Barcelona 2013-2016, que incluye el desarrollo de planes comerciales de distrito, la promoción del comercio y en especial las cam- pañas de Navidad, ayudas para obras, la implantación de un conjunto de medidas de apoyo al comercio emblemático, así como acciones destinadas a fomentar la formación, y mejorar la competitividad de comercios y mercados municipales.
Esta hoja de ruta también tiene como objetivo facilitar la interrelación y las sinergias entre el comercio y otras actividades como el turismo, la cultura, las tecnologías móviles, la moda o el diseño. Cabe destacar que, según los últimos datos disponibles, el 34% de los gastos de los turistas se centran en compras que realizan en la ciudad, un indicador que posiciona la capital catalana como primer destino de compras internacionales de Europa.
Consenso con los comerciantes
Uno de los aspectos destacados en la hoja de ruta municipal con respecto al impulso del modelo de comercio barcelonés es el consenso con los representantes del tejido comercial de la ciudad. Esto se ha puesto de mani esto en diversas iniciativas, tales como el acuerdo alcanzado el pasado mes de diciembre para de nir el calendario de apertura de establecimientos en días festivos para el año 2015. Se trata de un pacto de amplio consenso que recoge las demandas de los mismos comerciantes de cara a satisfacer las expectativas de generar consumo y dinamizar la actividad económica.
Otra iniciativa reciente que cuenta con la estrecha colaboración entre el Ayuntamiento y la Fundació Barcelona Comerç es el proyecto Comerç a la Xarxa, que consiste en ayudar a posicionar el comercio a través de las búsquedas de Google Plus Local con el objetivo de hacerlos más competitivos y de incrementar las ventas.
Raimon Blasi pone de relieve que en una ciudad con 21 ejes comerciales y 43 mercados es esencial el apoyo municipal para promover redes colaborativas e impulsar la labor de las entidades y el tejido asociativo comercial, ya que son los auténticos ejes vertebradores de la vida social y económica de los barrios.