Movilidad sostenible y de calidad
La movilidad es uno de los retos de futuro que el AMB tiene planteados para que la Barcelona metropolitana sea competitiva a nivel internacional y sostenible a nivel económico y medioambiental. El AMB actúa en 36 municipios, lo que equivale a planificar y gestionar de forma coordinada la movilidad de 3,2 millones de habitantes y 10,6 millones de desplazamientos diarios.
En un período marcado por la crisis económica, desde el AMB se ha hecho un esfuerzo presupuestario para mantener y mejorar la oferta de transporte público, que ha superado con éxito este ciclo. El AMB ha gestionado de forma coordinada el transporte público del ámbito metropolitano, ya sea el metro, la red de autobuses, el taxi u otros servicios complementarios sobre los que el AMB tiene responsabilidad directa. Se ha llevado a cabo la misión de transportar a 630 millones de viajeros al año en medios colectivos en buenas condiciones de calidad: 103 km de líneas de metro servidas por 165 trenes y 199 líneas de autobús servidas por 1.729 vehículos.Y más de cuatrocientas mil personas forman parte del Sistema de Tarificación Social del AMB, que contribuye a la cohesión social de los colectivos más desfavorecidos.
Reducir la contaminación del aire será, sin duda, uno de los retos de los próximos años, que estarán marcados por un incremento importante de la movilidad.Trabajamos para que los ciudadanos y ciudadanas del entorno metropolitano puedan disfrutar de un espacio medioambiental menos contaminado y más saludable. El futuro pasa, pues, por conseguir que el área metropolitana sea una zona de bajas emisiones del transporte. Por este motivo hemos desarrollado el Programa de Movilidad Sostenible 2014-2015, dotado con 2,6 millones de euros, que presta especial atención a la bicicleta y al vehículo eléctrico, así como a las nuevas tecnologías en el campo del transporte. Fruto del programa ha sido un decidido impulso a la bicicleta eléctrica, con 1.000 unitades subvencionadas, el proyecto de 10 puntos de recarga rápida metropolitanos, que se sumarán a los de Barcelona, y la introducción de coches íntegramente eléctricos en las flotas municipales y en el sector del taxi.