Iglesias advierte sobre un pacto PP-PSOE para que nada cambie
Podemos llena el velódromo de Dos Hermanas y confía “en el último minuto”
Un Pablo Iglesias a ratos poético, mitinero como siempre, confeso militante “de izquierdas” y más rapero que nunca dedicó el cierre de campaña de Podemos a denunciar un pacto entre “el partido de la gaviota y el de la flor en la mano”. Se trataría de repartirse los dos grandes núcleos del poder español: “Tú gobiernas en Sevilla y yo en Madrid”, sería el acuerdo que –según él– explicaría la secreta “renuncia” de Mariano Rajoy a conquistar la plaza andaluza. El líder de Podemos expuso esta tesis en un velódromo de Dos Hermanas lleno. Y menos mal, porque él y su gente se la habían jugado con un escenario con capacidad para más de 20.000 personas cuyo aforo decidieron limitar a 14.500 para evitar sustos.
Para demostrar su tesis sobre el supuesto contubernio bipartidista, Iglesias aludió al “lapsus” que Susana Díaz habría cometido al hablar de “los cuatros años que le esperan” a Rajoy, se supone que en la Moncloa. Así lo expuso después de un arranque con cita de Miguel Hernández que luego derivó líricas más urbanas y contemporáneas.
“Que bajen los buitres / Que los estamos esperando / Como leonas defendiendo a su camada”, recitó tres veces Iglesias a modo de estribillo y moviendo brazos y manos como un artista de hip hop. “Nos acercamos al domingo y aquí huele a cambio / A partir del domingo, claro que podemos”, declamó. “Soy lo que soy y vengo de donde vengo”, indicó. Y, matizando la “centralidad” que suele reivindicar, aclaró: “Aquí no pedimos el carnet a nadie. Os lo dice uno que es de izquierdas”.
El líder de Podemos terminó reclamando victoria, no sólo en unas elecciones para las que cuenta con “la prórroga y el último minuto”, sino en el acto en sí del cierre: “Dijeron que no íbamos a ser capaces de llenar este velódromo y este es el mitin más grande de toda la campaña”, gritó triunfal.
La preocupación por la afluencia se hizo patente desde el inicio del acto. “¿Vamos a llenar el velódromo o no lo vamos a llenar?”, empezó el presentador. “Están agotados y por eso hoy les duplicamos en número”, añadió el número dos del partido, Íñigo Errejón.
Teresa Rodríguez, la candidata a la par que crítica con la línea oficial de Podemos, apeló al “voto de la valentía” frente al de “la resignación”. Afirmó que la posibilidad de ganar le ocasiona una sensación de responsabilidad que le mantiene “con la mandíbula apretada” y le da “dolor de espalda”.
Vestida con un chaquetón de rojo vivo, la profesora de 32 años y militante de Izquierda Anticapitalista abrió su intervención colgando una bandera verdiblanca del atril, entonando el himno andaluz y hablando del pueblo que, como en ese canto, pide “tierra y libertad”. El público le hizo la ola. Y ella, con su marcado acento gaditano, respondió: “¡Qué grande!”.
La inquietud por la afluencia de público se hizo patente desde el inicio del acto de cierre