Obama ve “un mundo más seguro” tras el pacto con Irán
Los extremistas e Israel rechazan el acuerdo sobre seguridad nuclear La población iraní espera un alivio económico tras el histórico trato
El trascendental acuerdo alcanzado el jueves entre las potencias lideradas por EE.UU. y el régimen iraní fue recibido ayer en Teherán con el júbilo de la población, que espera que el pacto propicie el fin de las sanciones económicas. El documento limita el potencial nuclear de Irán para impedir su acceso a la bomba atómica, por lo que Obama consideró que contribuye a hacer “el mundo más seguro”. El presidente estadounidense habló con Netanyahu, primer ministro israelí, disconforme con un pacto negociado durante 18 meses.
Tras 18 meses de negociación y una recta final de 37 horas prácticamente ininterrumpidas en Lausana, los representantes de las principales potencias mundiales (EE.UU., Reino Unido, Alemania, Francia, China y Rusia) alcanzaron el jueves un acuerdo marco con Teherán para controlar el programa nuclear iraní –y evitar que pueda desarrollar la bomba atómica– a cambio del progresivo levantamiento de las sanciones internacionales.
En Washington, el presidente Barack Obama calificó inmediatamente el acuerdo de histórico y dijo estar convencido de que, si llega a buen puerto, “hará nuestro país, el de nuestros aliados y nuestro mundo más seguros”.
En Teherán, mucha gente, especialmente jóvenes, aplaudieron eufóricos por la calle el paso de la comitiva del equipo negociador iraní, recién llegado de Lausana. El ministro de Exteriores, Mo- hamed Yavad Zarif, siempre sonriente, se asomó por la ventanilla del techo para saludar.
Pero los detalles del pacto deberán concretarse y ponerse negro sobre blanco de aquí al 30 de junio, y hay quien intentará impedirlo: este acercamiento no agrada a todo el mundo.
El primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, exige que cualquier acuerdo incluya el reconocimiento al derecho a existir de Israel por parte de Irán. “Israel exige que cualquier pacto final con Irán deberá incluir un reconocimiento claro e inequívoco al derecho a existir de Israel”, apuntó ayer tras una reunión extraordinaria con el gabinete de seguridad. “Irán es un régimen que pide abiertamente la destrucción de Israel y trabaja abierta y activamente con este objetivo”, aseguró Netanyahu, quien recordó que días atrás el comandante de las fuerzas de seguridad Basij en Irán comentó que la destrucción de Israel “no es negociable”.
“Quiero dejarlo claro. La supervivencia de Israel no es negociable”, remarcó el primer ministro israelí, muy en línea con los republicanos estadounidenses, y subrayó que Israel “nunca aceptará un acuerdo que permita a un país que jura aniquilarnos desarrollar armas nucleares y punto”.
Desde Teherán, el presidente iraní, Hasan Rohani, lanzó un velado mensaje a los elementos más radicales del régimen, que han denunciado la firma del acuerdo como un acto de sumisión, como hizo Hosein Shariatmadari, asesor del líder supremo Ali Jamenei, que aseguró que el pacto “pone a Irán en lo alto de un caballo con las bridas rotas”.
OBAMA, SOBRE EL ACUERDO “Hará nuestro país, el de nuestros aliados y nuestro mundo más seguros”
“Algunos creen que sólo tenemos dos opciones: o luchar o rendirnos a las potencias internacionales. Yo digo que ninguna de las dos cosas, porque existe un tercer camino: el de la cooperación con el mundo”, subrayó el presidente iraní.
Rohani calificó el jueves de “día histórico para la memoria nacional”, felicitó al equipo de nego- ciación iraní y agradeció la flexibilidad demostrada por la comunidad internacional al “aceptar que Irán pueda enriquecer uranio”. “Si se nos promete algo, mantendremos nuestro rumbo de acuerdo con la promesa dada –dijo–. Por supuesto, depende también de que la otra parte emprenda sus acciones de acuerdo según la misma promesa”.
La noche del jueves, las partes aparecieron frente a las cámaras de todo el mundo con una declaración en la que se planteaban los puntos básicos de un entendimiento en el que ninguno de los firmantes tiene, por el momento, obligaciones. Por ahora se tiene una foto general de lo que debe ser cada punto. El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, al que Zarif agradeció su dedicación en las negociaciones, ratificó que lo acordado en los últimos días son unas bases sólidas de lo que deberá ser un acuerdo definitivo.
Irán mantendrá todas sus instalaciones nucleares, pero la naturaleza de algunas de ellas cambiará por completo. Mientras la planta de Natanz será el único centro nuclear que enriquecerá uranio, la planta subterránea de Fordo pasará a ser un centro de investigaciones físicas. “Reducirán unas dos terceras partes de sus centrifugadoras”, explicó Obama al referirse a uno de los puntos más importantes para los iraníes, que siempre defendieron su capacidad para investigar en el campo de las centrifugadoras, claves para el enriquecimiento de uranio con posibles fines militares. El número de centrifugadoras pasará de 19.000 a 6.000.
A cambio de sus concesiones en materia de control de su programa nuclear, Teherán aspira al levantamiento de las sanciones económicas internacionales. To- das las sanciones serán en principio eliminadas después de firmado un acuerdo definitivo, de aquí al 30 de junio.
“Ahora bien, existirán algunas limitaciones que algunos países quieren imponer contra la República Islámica. Son limitaciones que no incluyen las áreas de las finanzas, comercio y economía. Estas podrán continuar por un corto periodo de tiempo, desde nuestro punto de vista. Luego serán suspendidas y terminadas”, explicó Zarif tratando de poner en perspectiva el complejo proceso que hay aún por delante.