A escuela, con los demás
Un programa piloto con 44 alumnos autistas constata que sus capacidades mejoran en los colegios ordinarios si cuentan con apoyo
Carlos y Jordi son hermanos mellizos. Nacieron juntos, viven juntos, van a clase juntos. Carlos es autista y Jordi no. Y han conseguido compartir escuela gracias a un programa piloto que la asociación Aprenem, que agrupa a familias y afectados por trastornos del espectro autista, puso en marcha hace cuatro años con el visto bueno de Ensenyament.
Sólo el 34% de niños autistas acude a un centro ordinario. Se trata de la discapacidad con el índice más bajo de inclusión escolar de Catalunya. Por eso, desde Aprenem impulsaron el proyecto Construïm Capacitat. El objetivo: averiguar si un niño autista, con el apoyo adecuado, mejora en una escuela normal. Ver si la inclusión es posible. En total, 44 alumnos de 40 centros educativos de Catalunya han participado en él. Un terapeuta pagado por la familia acompaña al alumno para adaptar su aprendizaje, ayudarlo a desenvolverse en la es- cuela y asesorar a los maestros. Carlos, de seis años, es uno de los estudiantes que están dentro del programa, que se ha prorrogado un curso más.
“La experiencia ha sido muy positiva; Carlos ha mejorado su capacidad para comunicarse, las relaciones sociales, va contento a clase y sus compañeros lo quieren... ahora que empiezan a aprender a leer y escribir, él sigue las clases con pictogramas, porque entiende mejor el lenguaje visual”, explica Emma Leach, madre de Carlos y miembro de Aprenem. Cuando el niño debía empezar P3, el equipo de asesoramiento psicopedagógico le recomendó que lo llevasen a una escuela especial, para niños con discapacidad. Pero ella y su pareja apostaron por la escuela ordina- ria. “Es un derecho y además la mejor opción para estos niños, porque están más estimulados”, afirma Maya Castanyer, cuyo hijo, Teo, también participa en el programa. “No podemos hacer una sociedad aparte para las personas con necesidades especiales, ponerlos en una escuela aparte, en una zona aparte... todos vivimos en este mundo”, sigue.
Tras cuatro años de seguimiento, en Aprenem han constatado que los alumnos del programa han mejorado su capacidad de comunicación y expresión y de comprensión de órdenes. También presentan mayores habilidades para adaptarse al entorno, son más flexibles, algo que a las personas con autismo les genera bastantes problemas. “El análisis de los resultados demuestra que cuando estos niños tienen las condiciones adecuadas, su inclusión en una escuela ordinaria es posible”, señalan.
Ayer, día internacional del autismo, pidieron que el proyecto no acabe el curso que viene y que esta atención se extienda de forma gratuita a todos los alumnos con autismo de Catalunya.
El proyecto de la asociación Aprenem ha durado cuatro cursos y se ha prorrogado otro más