“Nosotros, el pueblo...”
Mas invoca el poder que el ‘we’ tiene en democracia en Estados Unidos en defensa de la aspiración soberanista de Catalunya
Nosotros, el pueblo de Catalunya, decidiremos el 27 de septiembre nuestro futuro político”. La frase no es literal de la primera a la última palabra, pero responde al espíritu y a la letra con que Artur Mas ha defendido el proceso soberanista en Estados Unidos. El we the people (nosotros, el pueblo) que encabeza la Constitución estadounidense y el yes we can (sí, nosotros podemos) que Barack Obama popularizó en su carrera hacia la Casa Blanca le sirvieron para explicar la aspiración que Catalunya tiene sobre la mesa, en la conferencia – Catalunya en la encrucijada– dictada en la Universidad de Columbia en el marco de su viaje de dos días –miércoles y jueves– a Nueva York.
“En Catalunya también creemos en el poder del we, del nosotros, en una democracia”. Y como si de una comparación entre los casos de Estados Unidos y Catalunya se tratara, el presidente de la Generalitat argumentó, podría decirse que en terminología norteamericana, el porqué: “Vuestro presidente dijo que la palabra más importante de la democracia es we, vuestra Constitución empieza con ‘nosotros, el pueblo’, y uno de vuestros himnos con ‘nosotros debemos superar los obstáculos’. Yes we can fue como vuestro presidente os pidió el voto, y en Catalunya también creemos en el nosotros. Por eso, nosotros votaremos en septiembre y nosotros decidiremos nuestro propio futuro político como nación”. El valor del nosotros, en este caso no como el pronombre personal de la primera persona del plural, sino como sinónimo de un conjunto, de todo un pueblo.
Ante un auditorio de unas trescientas personas en una de las universidades más presti- giosas de Estados Unidos, aunque básicamente de origen catalán y español, Artur Mas se extendió en detallar las causas que han provocado el auge del independentismo en Catalunya hasta el punto de plantear la ruptura con España. Pero aprovechó, sobre todo, para dejar la tarjeta de presentación internacional de una Catalunya independiente, que tendría en Estados Unidos una de sus prioridades. Este Estado catalán “sería un socio de confianza, y asumiría inmediata y plenamente nuestras obligaciones internacionales”, porque “Catalunya está llamada a convertirse en ancla de estabilidad no sólo económica en la península Ibérica y el sur de Europa, sino también en términos de seguridad, así como de la convivencia social e intercultural, en el oeste del Mediterráneo”.
Las cartas credenciales de un “buen aliado”, en suma, con el que Estados Unidos podría contar y con las que el presidente de la Generalitat, además de “reafirmar el compromiso” con un país que mantiene una larga relación con Catalunya –el 1797 el presidente John Adams ya creó un consulado en Barcelona–, quiso “disipar todas las dudas” que en la escena internacional genera la independencia de Catalunya. Una dudas que no tiene la comunidad catalana que reside en Nueva York, con la que se reunió, y en donde, antes de poner fin a su tercer viaje a Estados Unidos, visitó también el memorial de los atentados del 11-S, en la zona cero de Manhattan donde se ubicaban las Torres Gemelas.
De regreso a Barcelona, y después de declararse “razonablemente satisfecho” por el interés recibido por el proceso catalán, Artur Mas tuvo conocimiento de las últimas noticias llegadas desde Catalunya: la Generalitat ha recibido esta semana los primeros 2.679 millones de euros del fondo de liquidez autonómico del 2015. La realidad del día a día.
El president ofrece un Estado catalán independiente como “socio de confianza”