Conversos a la yihad
La operación contra el yihadismo desarrollada el miércoles por los Mossos ha puesto al descubierto dos hechos relevantes: los planes de los detenidos para atentar en Barcelona y la presencia de un número inusualmente alto de conversos al islam que habían abrazado las tesis más radicales.
Los planes del yihadismo para atentar en Barcelona no son nuevos: en enero del 2008 la Guardia Civil detuvo a 14 pakistaníes que estaban a punto de realizar un ataque suicida en el metro de la capital catalana. La existencia en sus filas de un infiltrado, que había sido elegido como uno de los seis terroristas que debían suicidarse con explosivos en el suburbano, evitó que se consumara el atentado. El grupo Therik e Taliban Pakistán se responsabilizó unos meses más tarde del fallido ataque al metro de Barcelona.
Más llamativa resulta la presencia de seis conversos –cinco de nacionalidad española y uno de Paraguay– entre los once presuntos yihadistas capturados por los Mossos. Es un porcentaje extremadamente alto de un tipo de perfil que hasta ahora tenía poca representación entre las filas de los sospechosos de yihadismo detenidos en España. Esa aparición numerosa de conversos es un paso más en el proceso de españolización del yihadismo. Algunos estudios realizados en Francia ya habían llamado la atención sobre el riesgo para la seguridad que presentaban algunos conversos. En el 2008 se estimaba que había entre 30.000 y 50.000 conversos en el país vecino, la mayoría de ellos pacíficos, pero algunos de ellos con un grado notable de peligrosidad por su vinculación a tesis yihadistas. En España, un estudio realizado por Fernando Reinares en el 2006 subrayaba que “el número de conversos radicalizados resulta estadísticamente insignificante”. Tres años más tarde, otro investigador, Javier Jordán, al analizar 28 operaciones antiyihadistas, registraba ya la presencia de cinco conversos españoles en las filas de la radicalidad.
La españolización del yihadismo fue constatada el pasado año en otro estudio de Reinares y Carola García-Calvo para el Real Instituto Elcano. Comprobaron que el 68,6% de los detenidos desde el 2013 eran de nacionalidad española. Los autores consideraban sorprendente el dato porque sólo el 16,6% de los arrestados entre 1996 y 2012 tenían ese origen. Hasta entonces la actividad yihadista en España estaba capitalizada por extranjeros. Sin embargo, entre los detenidos entre el 2013 y el 2014 sólo había dos conversos, uno español y otro argentino. La operación de los Mossos enciende una nueva señal de alarma que deberá ser tenida en cuenta por las autoridades a la hora de hacer frente a esta amenaza.
El experto Fernando Reinares, en el 2007, había llamado la atención sobre el papel de organizaciones salafistas que facilitaban la radicalización yihadista de conversos españoles. Y si algo abunda en Catalunya son focos salafistas como, por ejemplo, la mezquita que frecuentaba la familia detenida en Badalona el pasado 31 de marzo porque iban a enviar a dos hijos de 16 años a combatir a Siria.
En el 2013, el 68,6% de los detenidos eran de nacionalidad española