Primavera Bach
La soprano inglesa Katharine Fuge, en las cantatas participativas
Tómese un ciclo integral de las cantatas de Bach y compleméntese con una beca para jóvenes promesas del canto y talentos con proyección, a los que se ofrezca la posibilidad de recibir una clase magistral de una figura internacional, con la que además puedan compartir escenario. Esta es la fórmula con la que han dado los impulsores del festival Bachcelona y el ciclo de cantatas participativas... El año pasado, en su primera edición de Beca Bach, Daniel Tarrida y Pau Jorquera invitaron al contratenor Carlos Mena. La experiencia fue un éxito, el vasco incluso compartió un bis con los premiados.
Este año, el asunto se ha ido internacionalizando. No sólo porque Tarrida y Jorquera han conseguido algo más de dinero –no saben cómo agradecérselo al laboratorio Salvat– para aspirar a tener becados de fuera, sino porque la artista invitada es nada menos que Katharine Fuge (Channel Island, Jersey, 1962), la reconoci- da intérprete de Bach que ha grabado con los grandes maestros –Herreweghe, Koopman, Brüggen...– y es la solista favorita de John Elliot Gardiner, con quien hizo la Cantata Pilgrimage junto a los English Baroque Soloists.
Cuenta la soprano que aun siendo hija de predicador y habiendo cantado de niña, no fue hasta que entró en la facultad que se tomó en serio su voz participando en coros. “Me había dedicado al violín, pero hubo gente que me animó a presentarme a audiciones. Soy un caso inusual que no viene de un colegio de música, lo sé, pero de este modo tampoco tenía expectativas de éxito, no podía decepcionarme”.
La entrevista en La Vanguardia se ha frustrado por un retraso en su vuelo, pero aprovechamos la espera en el aeropuerto para que responda al teléfono. ¿Qué hace una inglesa enseñando Bach en el Mediterráneo? “Es como en cualquier otra parte, sólo hay que lograr que sea lo más expresivo posible, al final se trata de comunicar el texto, algo que se puede hacer en todos los idiomas”, explica al otro lado del aparato. Su voz suena feliz pese al contratiempo. “Bach es sobre todo un sonido lleno de paz, pero si tenemos palabras son un añadido a la instrumentación. Y aunque tu lengua no sea el alemán –el mío está lejos de ser fluido–, el hecho de que el texto se repita una y otra vez en una misma aria te permite expresar cada vez algo nuevo. Es todo un reto”.
Sobre la fama de implacable de Gardiner, la soprano confirma entre divertidos carraspeos que “es muy exigente, no acepta nada que no sea lo mejor de ti, grabar con él es una experiencia magnífica, su rigor en la pronunciación, esa corrección... es algo que le agradezco porque ahora en Alemania se creen que soy de allí (risas) con ese apellido que lo parece. Pero Gardiner no interfiere demasiado si eres solista, y eso es porque escoge muy bien”.
Fuge acaba de regresar de Holanda, ha hecho una Pasión según san Mateo... ¡con una orquesta de instrumentos modernos! “Bueno, hoy la gente está muy influenciada por los criterios históricos, y aunque sin instrumentos antiguos, toca de otro modo, con menos vibrato”, dice. Mañana se podrá gozar de su magisterio en la basílica Sants Just i Pastor (18 h). Será con la Cantata BWV 84 Ich bin vergnügt mit meinem Glücke (dicho en su muy digno alemán).
KATHARINE FUGE “Enseñar Bach en el Mediterráneo es como en cualquier parte, se trata de ser expresivo”
PAU JORQUERA, DE BZM
“Impresiona que una soprano de su nivel se juegue la imagen con nuestra Beca Bach”