Expertos dudan del balance futuro de la Seguridad Social
La AIReF cuestiona que las comunidades superen el déficit
El informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) sobre el plan de estabilidad para el 2015-2018, que el Gobierno español ha presentado ante la Comisión Europea, muestra claroscuros. Este organismo, creado para velar por la sostenibilidad de las finanzas públicas, avaló ayer –con matices– las previsiones macroeconómicas aprobadas el pasado jueves, pero califica de improbables el objetivo de que tanto las cuentas de las comunidades autónomas como las de la Seguridad Social abandonen los números rojos.
Según las estimaciones del Gobierno, el déficit de la Seguridad Social se debería ir reduciendo, desde el -1,6% del 2014 hasta el -0,1% previsto para el 2018. Sin embargo, la AIReF du- da abiertamente de que esta senda se cumpla, a pesar de entrar en un contexto de recuperación económica. “La evolución de las cotizaciones sociales no permite la consecución del -0,1% del PIB fijado en el término del periodo, aún cuando se materializase el escenario previsto de fuerte dinamismo del mercado de trabajo”, advierten. Es más, el órgano que preside José Luis Escrivá calcula que para cumplir las pre- visiones sería necesario realizar “un ajuste de consolidación de un 1% del PIB, que probablemente no se consiga”. Fuentes de la AIReF señalaron que no hay indicios de que los ingresos de la Seguridad Social compensen el aumento del 3% de los gastos previsto para los próximos años y apunta que el actual límite de revalorización de las pensiones “no genera ahorros” en un contexto de inflación negativa.
El informe, de carácter preceptivo, también arroja dudas sobre la posibilidad de que las comunidades autónomas logren pasar de un déficit de 17.529 millones de euros en el 2014 a obtener el equilibrio presupuestario cuatro años después. Es decir, un esfuerzo del 1,6% del PIB. Argumentan que la situación desigual de las comunidades dificultan el objetivo y ven difícil que las que tienen superávit mantengan políticas de contención durante años para compensar el déficit del resto.
Sobre la previsión macroeconómica –con un crecimiento del producto interior bruto cercano al 3% durante cuatro años–, la AIReF advierte de que, a medida que el horizonte temporal se aleja, crece la incertidumbre. “Mientras que a corto es posible que se den resultados más altos, a partir del 2016, es más probable que las previsiones sean a la baja”, explican fuentes de la AIReF. Además, recuerdan que el dibujo enviado a Bruselas depende en buena parte de variables externas como el cambio de divisa, el precio del petróleo, el IPC... En todo caso, ponen el acento en la importancia de la evolución del tipo de interés y el crecimiento registrado en la zona euro.
También expresaron salvedades sobre la evolución de la deuda pública. Consideran que existen mayores probabilidades de que su reducción sea más suave que la estimada por el Gobierno. Además, insisten en que reclamar una reforma de la ley presupuestaria para que modificar el precepto por el cual la deuda ha de representar el 60% del PIB en el 2020. “Un brindis al sol es poco útil”, señalaron fuentes del organismo independiente.
Para la Autoridad Fiscal, las previsiones de crecimiento del 2015 y el 2016 son las más probables