Fotografías movidas de la realidad
LA encuesta del CIS sitúa a Ada Colau como ganadora de las elecciones municipales en Barcelona (11-8) sobre Trias. En el sondeo de opinión de Feedback para La Vanguardia del domingo el resultado era el inverso (7-11). ¿Quién tiene razón? Lo sabremos la noche del 24-M, aunque hay que recordar que sir Winston Churchill proclamó en una ocasión que hay verdades, medias verdades, mentiras y estadísticas. Que era una manera de decir que las encuestas no son certezas irrefutables, sino fotografías movidas de la realidad. Marcan una tendencia, deben tenerse en cuenta, pero nada ha arruinado más carreras políticas que creerse las estadísticas como si fueran dogmas de fe. Dicho todo esto, es indudable que las elecciones municipales en Barcelona están muy polarizadas alrededor de dos fuerzas, pero es igualmente importante entender que, como con toda seguridad ni CiU ni Barcelona en Comú obtendrán la mayoría absoluta, los otros partidos que se presentan –y que se reparten porcentajes bastante parecidos de concejales– van a desempeñar un papel decisivo a la hora de elegir el alcalde y de negociar un programa de gobierno.
Mientras en la capital catalana se polemiza sobre la encuesta del CIS, la controversia más singular es la que tiene como protagonista a la monja Lucía Caram, quien ha mandado un tuit en que decía que Barcelona tendría un problema si ganara Ada Colau (a quien apoya otra monja mediática como Teresa Forcades), porque considera que Barcelona en Comú es una candidatura excluyente. Ni les cuento el enredo que ha formado en las redes sociales, como si la alcaldía de Barcelona se jugara en el cielo más que en la tierra. Una demostración de que en estas elecciones es necesaria la fe (en la política) y no vale el agnosticismo (del voto).