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Las decisivas elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo, cuya campaña arrancó anoche; y las buenas perspectivas para el sector de la automoción que abre el Salón del Automóvil de Barcelona.
EL Salón Internacional del Automóvil de Barcelona, que el presidente del Gobierno inaugura hoy, en un marco de excelentes perspectivas, refleja el clima de consolidación de la recuperación económica que vive España, del que la intensa mejora de las ventas de coches es uno de sus indicadores más relevantes, con un aumento del 24% en los primeros cuatro meses del año.
En la edición del certamen de este año se han volcado de nuevo todas las grandes marcas automovilísticas, hasta cerca de cuarenta, diecisiete más que en el 2013, y se presentarán sesenta novedades, así como los últimos avances relacionados con la incorporación de las nuevas tecnologías (Connected Car), los patrones de movilidad (Urban Mobility) y el diseño (Sketch Car Design).
Los organizadores del certamen, con el empresario Enrique Lacalle al frente, esperan de nuevo este año una gran asistencia de visitantes, que puede llegar a superar ampliamente las 750.000 personas, que revalidarán de nuevo la gran alianza entre los barceloneses y el automóvil, al que la ciudad está íntimamente unida desde sus orígenes. A la masiva afluencia de público contribuirá el hecho de que, nuevamente, la celebración del salón coincide con el Gran Premio de España de F-1 en el Circuit de Barcelona-Catalunya que se ce- lebra este fin de semana. Nuevamente Barcelona volverá a ser capital internacional del motor.
El Salón Internacional del Automóvil servirá asimismo, otra edición más, como punto de encuentro de los grandes fabricantes con el presidente del Gobierno, el ministro de Industria y el presidente de la Generalitat, entre otros altos cargos políticos, en el transcurso de un almuerzo en el que se pasará revista a la situación del sector, que representa más del 10% del PIB y es la principal base de la industria española.
El Gobierno hará bien en atender las inquietudes de los dirigentes del sector de la automoción, sobre todo en lo referente a la necesidad de establecer una retirada escalonada del plan PIVE, que tan buenos resultados ha dado, y de adoptar medidas para mantener y mejorar la competitividad, en materias tales como los costes energéticos, que son los más altos de Europa, y las infraestructuras logísticas. Ello es clave para que España pueda mantener su posición como segundo productor europeo de vehículos y noveno mundial.
De nuevo, pues, el Salón Internacional de Automóvil de Barcelona, que con su edición número 38 ya cumple 96 años de historia, se revela como estratégico no sólo para la presentación de las últimas novedades sino para definir los escenarios futuros del sector en España.