La inteligencia alemana recorta su cooperación con Estados Unidos
El BND ya no transmite a la NSA capturas de internet desde su estación bávara
Los excesos en el “espionaje entre amigos” están tocando la relación entre Alemania y EE.UU. El Servicio Federal de Inteligencia alemán (Bundesnachrichtendienst, BND) ha restringido su cooperación con su homóloga estadounidense, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), después de que trascendiera, con general escándalo, una presunta participación germana en escuchas a empresas y gobiernos europeos en beneficio de Washington.
La comisión parlamentaria de control de los servicios secretos –ante la que compareció el miércoles por este asunto el ministro del Interior, Thomas de Maizière– confirmó la decisión. “Este es un paso drástico; significa que hay un grave problema y que el Gobierno alemán no ha podido proteger hasta ahora los intereses alemanes y europeos”, dijo el diputado de los Verdes Konstantin von Notz, que copreside dicha comisión. La oposición reclama la dimisión del presidente del BND, Gerhard Schindler.
Según el Süddeutsche Zeitung y las cadenas NDR y WDR, desde inicios de esta semana la estación del BND en Bad Aibling (Baviera) ya no transmite a los norteamericanos capturas de datos en internet como hasta ahora. Detonante de la decisión: ante la con- troversia desatada en los últimos días, Alemania exigió a Estados Unidos que, para poder contar con el BND, la NSA debe informar del motivo explícito por el que solicita vigilar a cualquier persona o institución en territo- rio germano. El escándalo estalló la semana pasada al saberse que en el 2008, y probablemente también en otros años, la agencia estadounidense se sirvió de la inteligencia alemana para espiar a los gobiernos francés y austriaco, a la Comisión Europea, y a empresas europeas de defensa.
Como la NSA respondió que no podía justificar la selección de los objetivos a vigilar, la cancillería y el BND optaron por recortar esa cooperación, iniciada en el 2002 como medida antiterrorista tras el 11-S. A partir de ahora, el equipo mixto de 120 técnicos del BND y la NSA ubicados en Bad Aibling no interceptará datos de internet. Pero faxes y llamadas telefónicas seguirán siendo interceptados, pues la condición de justificar el motivo para esos soportes ya existía. Lo que no está claro es por qué en su día los ale- manes se avinieron a las capturas de internet sin justificación.
Se estima que el espionaje estadounidense tiene dos mil objetivos claros, entre ellos instituciones y gobiernos europeos, cuyas comunicaciones seguía desde Bad Aibling. El “espionaje entre amigos” –frase acuñada en el 2013 por la canciller alemana, Angela Merkel, al desvelarse que ella misma había sido víctima de escuchas norteamericanas en su móvil– está lacerando a la propia Merkel. La canciller se ha declarado dispuesta a comparecer ante la comisión parlamentaria.
El escándalo del espionaje germano en beneficio de EE.UU. ha movido a Merkel a marcar a Washington