El gran cambio de la prometida de Carlos Felipe de Suecia
La antaño stripper se casará con el príncipe Carlos Felipe de Suecia el 13 de junio
Ya queda menos de un mes y medio para que vuelvan a sonar campanas de boda en Suecia. Carlos Felipe, el único hijo varón de los monarcas, se casará el próximo 13 de junio con su prometida, Sofia Hellqvist. Y puede decirse que lo que queda de aquella chica que un día ejerció como stripper en revistas masculinas y concursó en un burdo programa de telerrealidad es más bien poco.
En sus más de cinco años de relación con el príncipe, Sofia ha vivido una verdadera transformación. Hasta el punto de que muchos de los que ayer la veían como una candidata indigna a formar parte algún día de la familia real hoy ven en ella a la princesa ideal.
Gran parte de ese cambio se debe a los esfuerzos que los monarcas han llevado a cabo en los últimos meses para integrarla cada vez más en su familia. Después de anunciar el compromiso con su hijo, permitieron que empezara a participar en muchos de los actos y celebraciones oficiales. El último de ellos, el cumpleaños del rey Carlos Gustavo, que el pasado día 30 de abril cumplió 69 años y en el que Sofia ayudó a la princesa Magdalena, embarazada de ocho meses, a entretener a su primogénita, la pequeña Leonor, que sólo tiene un año.
Las fotos de sus cariñosas carantoñas con la que pronto se convertirá en su sobrina han dado la vuelta al mundo y sirven para acallar los rumores divulgados por algunos medios sobre la supuesta hostilidad que existe entre ambas mujeres.
Lo cierto es que mucho se habló de la oposición de los reyes a su noviazgo con el príncipe cuando la noticia salió a la luz a comienzos del 2010. Los jóvenes se habían conocido unos meses antes en un bar de copas y el escandaloso pasado de Sofia parecía un obstáculo difícil de superar.
Pero la docilidad y demostrada compostura de la chica ha hecho añicos los malos augurios. Lejos de causar alboroto, su presencia ha centrado al propio príncipe, que cada vez está más involucra- do en los deberes derivados de su condición real.
Y desde que lo conoció, ella también ha cambiado mucho. Se nota en sus nuevas ocupaciones. En los últimos tiempos se ha volcado en la oenegé Project Playground, que fundó en el 2010 y cuyo objetivo es ayudar a niños y jóvenes pobres de Sudáfrica.
Pero también se detecta en su nuevo estilo. Sofia ha dejado atrás su inapropiado look de chica pícara, con sus escotes provocativos y cortes de pelo atrevidos, por una imagen mucho más clásica.
Aunque uno de los aspectos por los que más se la valora es, precisamente por su personalidad y seguridad ante las críticas. Por el modo maduro y desacomplejado con que afronta las preguntas más incómodas sobre su vida. “Se ha escrito mucho durante años, no sólo tras el compromiso. Para mí es bastante aburrido, pasó hace diez años, he seguido con mi vida. Pero no me arrepiento, todas las experiencias construyen a una persona, aunque ahora no lo haría si me preguntaran”, explicaba hace poco en un documental emitido por la televisión pública sueca SVT.
Arropada por sus hermanas Lina y Sarah, la hermana mayor de su futuro esposo, Victoria, y otras nueve amigas, Sofia celebró su despedida de soltera el fin de semana pasado. Las jóvenes cenaron y pasaron la noche en una