Las ventas suben y los delitos bajan en las joyerías de Catalunya
Las joyerías de Catalunya están de enhorabuena. El gremio, que cada año por estas fechas hace una radiografía del negocio, tuvo ventas por valor de 309 millones de euros en el 2014, un 1% más que en el año anterior. Se trata de un aumento raquítico, pero para el sector confirma “el fin del ciclo recesivo que se inició en el 2007”. Es una buena noticia, pero no lo suficiente como para lanzar las campanas al vuelo. El colegio oficial que agrupa a las joyerías, a los relojeros y a los gemólogos de Catalunya recalca que aún es pronto para “hablar del inicio de un nuevo ciclo expansivo para la joyería y la relojería”. ¿La botella está medio llena o medio vacía? Medio llena, sin duda, si se tienen en cuenta otros factores.
La siniestralidad en los establecimientos de los asociados se ha reducido un 31% en el 2014: los 230 delitos del 2013 fueron sólo 159 un año después. Esta tendencia a la baja por segundo año consecutivo tiene nombres y apellidos: el sistema de alerta avanzada. Se trata de un mecanismo de aviso que los joyeros pueden poner en marcha de forma muy sencilla desde sus teléfonos móviles ante la más mínima sospecha o situación de riesgo. El sistema se desarrolló en el 2011, en colaboración con los Mossos d’Esqua- dra y permitió por primera vez romper la tendencia creciente de ataques al sector. La mayoría de los 159 delitos del año pasado fueron estafas y hurtos, que suman más de la mitad de todos los casos. Un hurto es un robo sin violencia ni intimidación. Hay bandas especializadas, que se ca- racterizan por distraer a los dependientes y aprovechar el primer descuido para apropiarse de parte del muestrario o de las alhajas que les han enseñado. Algunos de estos grupos utilizan a menores de edad para que entren en la trastienda o tras el mostrador, mientras el resto de la banda atosiga a preguntas a los empleados. YouTube tiene numerosas grabaciones de cámaras de seguridad que muestran este modus operandi. Los atracos, las estafas y los asaltos a representantes y transportistas mantienen también una tendencia a la baja muy significativa desde hace dos años, otro de los datos que ayudan al sector a ver la luz al final del túnel.
La siniestralidad en los locales del sector se redujo un 31% en el 2014: 159 delitos, 71 menos que en el 2013