Viaje sin retorno
A esmorga
Director: Ignacio Vilar Intérpretes: Miguel de Lira, Karra Elejalde, Antonio Durán Morris Producción: España, 2014. D.: 111 m. Drama. Brillante prosista cuya trayectoria personal y literaria se desarrolló entre su Galicia natal y Latinoamérica, Eduardo Blanco Amor (1897-1979) publicaba en 1959 A esmorga, su novela más famosa. Él mismo se encargó de traducirla del gallego al castellano, con el título de La parranda, utilizado en 1977 por Gonzalo Suárez para una primera versión cinematográfica. La juerga, sin fin ni destino, de tres beodos ávidos de sexo tuvo como intérpretes a José Sacristán, José Luis Gómez y Antonio Ferrandis.
Sus respectivos personajes de Cibrán, Bocas y Milhombres (Milhomes, en gallego) son recuperados ahora por –respectivamente-Miguel de Lira, Karra Elejalde (un vasco que aquí habla gallego) y Antonio Durán Morris. Un trío que funciona a la perfección en este quinto largometraje realizado por Ignacio Vilar. El reto que afrontaba no era nada fácil: el camino sin retorno de tres amigos (tal vez sólo presuntos amigos), relatado por uno de ellos, Cibrán, el más cuerdo pero de carácter depresivo, durante un recorrido de 24 horas por tabernas, bares de al- terne y algún lupanar de lujo.
Todo ello en una Galicia rural de los años 50, que en pleno invierno aguarda la venida del Caudillo para, lógicamente, inaugurar un embalse. Como ha afirmado Ignacio Vilar, los protagonistas de su película “son incapaces de dar rienda suelta a sus pulsiones, aunque el alcohol los disculpa para acceder a alguno de sus deseos”. Esto permite a uno de ellos, el apodado Milhomes, manifestar en confianza su encubierta homosexualidad. La incesante ingesta de alcohol libera la lengua, destapa los instintos ocultos y acaba revelando los demonios interiores, el afán de venganza.
Todo ello en paisajes rurales casi siempre desolados, con una lluvia intermitente y donde el instinto de supervivencia provoca toda clase de falacias, siendo la mujer un ser dominado que, a pesar de ello, posee la inteligencia natural para superar las contrariedades del día a día. Todo ello edificado en imágenes de enorme convicción y notable diseño. El filme supone un hallazgo en estos tiempos de rutina visual y temática.