El Espanyol, entre el desquite y el perdón
“En aquel momento fue una derrota dura e inesperada. Nos dimos cuenta de que no puedes bajar los brazos en ningún partido. Pero todo tiene su lectura positiva y a partir de ahí el equipo dio una vuelta de tuerca y reaccionó en la Copa y en la segunda vuelta de la Liga”. No se puede decir que el Espanyol de Sergio González empezase tras la derrota en Cornellà ante el Eibar, pero buena parte de razón tiene el técnico al fijar esa fecha como inicio del mejor Espanyol. Con los deberes hechos y las aspiraciones europeas bajo mínimos y siempre acalladas por el míster, la visita de esta noche a Ipurua llega entre el desquite deportivo por aquella derrota lejana y el temor a otro pinchazo ante un rival que con el paupérrimo balance de cuatro puntos en toda la segunda vuelta se juega la vida. El Espanyol no cumplió su reconocido papel de buen samaritano en Granada, como ayer recordó el propio Sergio. El temor es que lo haga en Eibar.
“Para ellos es un partido vital. La intensidad y la lucha ya vienen con la cita –dijo el técnico–. De- bemos estar en su misma frecuencia, porque si no nos van a comer. Tenemos que seguir sumando puntos para escalar posiciones”. Sin ceder un resquicio a hablar de la séptima plaza que su equipo tiene a sólo dos puntos, Sergio cree que su equipo llega en un buen momento para afrontar este duelo que también para el Espanyol puede ser decisivo. “La semana pasada fue muy apretada, pero el equipo se encuentra en un buen momento, sobre todo de cabeza. Llegamos en un buen momento a este partido”, reiteró.
Sin más novedades en su lista y en su once que el cambio de Fuentes por Duarte y la baja del sancionado Cañas, el técnico cree que la clave del partido radicará en la intensidad, más que en cuestiones tácticas. Ni siquiera el ambientazo que se espera en Ipurua, que abre su nueva grada y espera el mayor aforo de su historia, cree que será determinante. “Al futbolista siempre le motiva un gran ambiente –consideró Sergio–. La clave va a estar en la intensidad y la cabeza. En el fútbol, cuando las cosas no te salen te puedes llegar a bloquear. Quizás eso les ha pasado a ellos”.
Pero el míster fue cauto. “Aunque sea por estadística, algún día tienen que ganar, así que debemos estar atentos”, zanjó.