La Vanguardia

La Sareb podría perder 2.710 millones por un derivado

La entidad se obligó a pagar el 1,58% de interés y ahora los tipos están en negativo

- ROSA SALVADOR Barcelona

La Sareb o banco malo podría perder hasta 2.710 millones de euros por el coste de un seguro de tipos de interés (swap) que firmó en 2013 y que le obliga a pagar tipos del 1,586 por ciento sobre la mayor parte de su deuda referencia­da al euríbor a tres meses, cuando los tipos de mercado están ahora mucho más bajos, alrededor del -0,1 por ciento.

Según explicó ayer la entidad, la Sareb decidió contratar este producto derivado para dar estabilida­d a la compañía, que tiene como principal coste el pago de los intereses de su deuda, de 51.000 millones de euros. “Una subida de sólo 100 puntos básicos del euríbor hubiera elevado los costes financiero­s en unos 2.000 millones y se nos hubiera llevado por delante”, señalan.

El seguro cubre el 80 por ciento de la deuda de la Sareb, unos 42.000 millones, y hasta el momento ha causado a la compañía unas pérdidas de 113 mi- llones en el 2014 y una cifra similar en 2013. Los restantes 2.710 millones podrían materializ­arse, o no, en función de cómo evolucione­n los tipos hasta el año 2023, fecha en que acaba la cobertura. Las normas contables, sin embargo, obligan a la Sareb a contabiliz­ar ya este importe en su balance como pérdidas que reducen sus fondos propios,

El banco malo afirma que era fundamenta­l estabiliza­r el tipo de interés de sus 51.000 millones de deuda

aunque sólo se reflejarán en su cuenta de resultados en cada ejercicio, en función del sobrecoste de tipos de interés que haya pagado ese año.

Portavoces de la Sareb explicaron que se firmó el swap al poner en marcha la sociedad, a los tipos vigentes en aquel momento, que coincidían con los que se habían utilizado para dise- ñar el plan de negocio de la entidad. La contrataci­ón de un producto derivado como el sawp, además, fue autorizada por el Gobierno español y la Comunidad Europea.

Pese a la contrataci­ón del swap, señalan portavoces de la Sareb, la entidad ha seguido beneficián­dose de la bajada de tipos de interés de la deuda que emitió para comprar los activos inmobiliar­ios a los bancos y cajas que tuvieron que ser rescatados: este ahorro hubiera podido ser de 6.150 millones hasta el 2023 si no hubiera contratado el seguro de tipos de interés, pero aún con el sobrecoste que supone el swap, si se mantiene el actual escenario de tipos, podría ser de 3.450 millones. Las normas contables, sin embargo, obligan a contabiliz­ar las pérdidas futuras que se conocen ahora, pero no dejan contabiliz­ar el posible beneficio hasta que se materialic­e.

Las contabiliz­ación de los pérdidas de que genera el swap “coloca el patrimonio neto de Sareb en negativo desde el punto de vista contable”, según reconoció la sociedad que asegura que esto “no tiene ningún impacto en la actividad, ya que no afecta a los resultados, ni al capital”, de forma que no la coloca en causa de disolución ni obliga a los accionista­s a cubrirla aportando nuevos fondos.

La Sareb nació en el 2013, con un capital de 1.200 millones de euros, y otros 3.600 millones de deuda subordinad­a aportados por el FROB (48%) y por una veintena de bancos y asegurador­as. Sus principale­s accionista­s privados son Banco Santander (17,3 por ciento), CaixaBank (12,4 por ciento), Banc Sabadell (6,9 por ciento) y Banco Popular (6 por ciento). El Estado no tiene mayoría en el capital, lo que le ha permitido no consolidar esta parte del coste del rescate bancario en las cuentas públicas, pero es el principal financiado­r de la Sareb, ya que avala la deuda que la sociedad emitió para comprar los activos inmobiliar­ios de las cajas y bancos rescatados.

 ?? CHEMA MOYA / EFE ?? Jaime Echegoyen, presidente de la Sareb, y Belén Romana, su predecesor­a en el cargo
CHEMA MOYA / EFE Jaime Echegoyen, presidente de la Sareb, y Belén Romana, su predecesor­a en el cargo

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