Contador contra Porte
La ausencia por cuestiones de calendario del ganador del año pasado, Nairo Quintana, debería sobre el papel situar a alguno de sus escuderos en el podio, el colombiano Rigoberto Urán y el italiano Fabio Aru, al frente de la lista de aspirantes a la victoria en el Giro de Italia. Pero la primera de las grandes del 2015, que arranca hoy en la zona de Sanremo con una contrarreloj por equipos de 17,6 kilómetros, tiene dos nuevos favoritos: el australiano Richie Porte y el madrileño Alberto Contador.
Porte, 30 años, líder de un Sky con apoyos de primera fila como Henao, König, Kiryienka, Eisel o el navarro Mikel Nieve, llega al Giro con un acumulado de triunfos impresionante. Em-
RICHIE PORTE “Menos cerveza, menos vino y la compañía de mi novia son mis sacrificios para ganar”
pezó con un segundo puesto en el Down Under, luego hizo cuarto en el Algarve y posteriormente ha ganado seguidas la París-Niza, la Volta a Catalunya y el Giro del Trentino. El ciclista de Tasmania, que se había concentrado en el Tour en los últimos años se enfrenta a su tercer Giro, tras las experiencias del 2010 (séptimo) y 2011, éste último a las órdenes de Contador. Se ha preparado en Tenerife (objetivo de moda para to- do vueltómano que se precie) y no tiene reparos en desvelar el secreto de su alto rendimiento: “He vigilado más mi dieta y algunos sacrificios. Menos cerveza, menos vino y la compañía de mi novia. Ahora prefiero ganar una carrera que tomar una cerveza con los amigos. ¿Contador? Ya lo he batido antes”.
El ciclista del Tinkoff, 32 años, es el favorito número uno para las casas de apuestas, que no suelen regalar el dinero. Antes del primer kilómetro, la victoria del ciclista de Pinto se paga una miseria, lo que significa que toma la salida con todas las miradas puestas en él. También lleva un potente equipo a la carrera, con Basso, Kreuziger, Paulinho, Rogers, Tosatto... Se trata igualmente del tercer Giro de Contador, pero sus dos precedentes son destacados: ganó el de 2008 y repitió triunfo en 2011, aunque éste último lo perdió por el positivo del Tour del 2010. Contador también se ha preparado a conciencia en Tenerife, pero en cambio se ha desgastado menos en competición: sólo tres carreras. Segundo (tras Froome) en Andalucía, quinto en la Tirreno y cuarto en la Volta. Confía en el arranque teóricamente pausado de este Giro que, según explica, “no debería empezar a jugarse hasta la contrarreloj individual”, sin menospreciar los finales en alto programados para etapas anteriores en Abetone y en Campitello Matese.
El colombiano Urán, al frente del Etixx (donde también se alinea el sabadellense David de la Cruz) y Aru, jefe de filas del Astaná (con Mikel Landa y Luis León Sánchez entre sus gregarios) son los otros dos aspirantes, como mínimo, a animar la carrera. El Giro acumula sus mejores etapas de montaña en la tercera semana, que es cuando entrarán en escena retos de primera magnitud, como el encadenado Tonale, Aprica, Mortirolo y otra vez Aprica (16.ª etapa), los tres puertos de primera en el valle de Aosta (St. Barthélemy, St. Pantaléon y Cervinia, en la 19.ª) o el descarnado Colle delle Finestre (20.ª, antes del final en Sestriere).
La contrarreloj individual que tanto preocupa a Contador tiene 59,4 kilómetros y se presume decisiva para establecer las jerarquías que luego se discutirán en la montaña. El Giro, además, concede bonificaciones de 10, 6 y 4 segundos en cada línea de meta.