Misteriosa psicóloga
Idiota
Autor y director: Jordi Casanovas Lugar y fecha: Sala Muntaner (14/V/2015) Después de dejarse tentar por la especulación política más ambiciosa y por un análisis sociológico de altos vuelos –todo en la trilogía Una història catalana, Pàtria i Vilafranca. Un dinar de Festa Major–, el dramaturgo y director Jordi Casanovas vuelve en el pequeño formado en el cual siempre se ha movido confortablemente. Y lo hace con un duelo interpretativo de interés entre una psicóloga, funcionaria de una importante fundación europea, y un individuo asediado por graves dificultades económicas que ha aceptado participar en una encuesta muy bien remunerada de la institución.
Idiota, el título de esta pieza que el autor quiere situar entre el thriller y la comedia negra, alude a cómo se puede sentir el encuestado ante preguntas que necesitaban una respuesta elemental y que no fueron contestadas correctamente. La intimidad se ve alterada por proyecciones donde el individuo descubre que el comportamiento de algunos amigos y parientes ha sido grabado, y que las imágenes que le muestran pueden servir a la psicóloga para ejercer eventualmente un chantaje que lo obligue a responder como ella desea. En el último minuto, cuando el hombre se ha llevado el dinero prometido y despedido de la funcionaria, ésta hace una llamada a un enigmático superior y el espectador se entera de la naturaleza más o menos vaga de la fundación. Y desde ese momento puede hacer las cábalas más idóneas sobre la imaginación futurista de Casanovas, que creo francamente exuberante.
Tanto el texto como la dirección se orientan a asegurar el mantenimiento de las expectativas sobre cómo puede acabar el encuentro. Y este es el éxito del Idiota: conseguir una tensión creciente y que acabe siendo una foto fija, pendiente cada rostro, mirada, gesto y palabra de los protagonistas. El tándem Sahun-Madaula no puede funcionar mejor. En el papel de psicóloga competente, la actriz exhibe una constante naturalidad y autoridad que se impone a los exabruptos del encuestado, impaciente para llevarse la recompensa prometida. Madaula, que hace cuatro días nos sorprendió como autor y director de calidad en Coses nostres, ofrece un recital interpretativo de primera. Desde presentarse como un chulo petulante de grandes recursos hasta convertirse en un pobre diablo, rendido a las exigencias de la psicóloga, el personaje vive una evolución formidable y asume una variedad de lenguajes que ratifican la condición de actor todoterreno.