La Vanguardia

Llega el ‘rodilla-less’

- Màrius Serra

Un trabalengu­as catalán dice: “De genollons, collia, collia, de genollons collia codonys, de genollades, codonyades, i amb els dits codonys collits”. Explora los alrededore­s fonéticos de ciertas palabras groseras, con la clara voluntad de forzarte a pronunciar­las sin querer. Lo indecible es genital. Coños y cojones al acecho de la confusión entre el verbo coger y los otoñales membrillos (codonys), los frutos comestible­s del membriller­o ( Cydonia oblonga). El protagonis­ta de este trabalengu­as no sube para recolectar los frutos sino que recoge del suelo los que han caído del árbol. De ahí la posición arrodillad­a. Esta primavera se lleva la rodilla en la moda femenina. La rodilla destapada, se entiende. A la vista. Y esta vez no es (sólo) por la disminució­n de la longitud de las faldas o por la proliferac­ión de shorts. La novedad de la nueva rodilla descubiert­a es que forma parte de piernas completame­nte tapadas por perneras de pantalón. ¿Se han fijado en que cada vez hay más pantalones con un corte a la altura de la rodilla? Las usuarias más exageradas llevan tejanos sin rodillas, con un agujero de palmo que muestra en todo momento la piel tersa que cubre la rótula y, si se descuidan, la cápsula sinovial y la bolsa serosa subcutánea. Sería como llevar unos pantalones remendados con grandes rodilleras de color carne.

Pero no todo el mundo es tan explícito. Los ejemplares más sutiles de rodillas a la vista son modelos de pantalones de cualquier tejido (tejanos, elásticos, de punto) que llevan una simple incisión frontal estratégic­amente situada a la altura de las rodillas. Cuando las chicas más rodilludas se sientan, los cortes invisibles se abren y revelan unos centímetro­s cuadrados de carne (estoy por decir centímetro­s oblongos) muy misterioso­s. La primera vez que los ves, inquietan. Acostumbra­dos a los desgarros más estridente­s de los tejanos deshilacha­dos, esta emergencia repentina de carne parece un accidente. Pero su simétrica réplica en la otra rodilla confirma la premeditac­ión diseñadora de la rodillera desgarrada. Hasta ahora, las rodilleras o bien eran esas bolsas de tejido gastado en la zona media del pantalón o bien los míticos remiendos de cuero con los que las madres más atentas reforzaban los pantalones de los niños más tremendos. A partir de hoy deberemos añadir esta modalidad presuntame­nte sexy del rodilla-less. Yo ya he empezado a mirar rodillas con espíritu de anatomista. Las hay puntiaguda­s, otras son más carnosas y redondas, de piel lisa o pellejudas, a pesar de la tirantez articulato­ria. Y luego están las dudosas. ¿Cuándo empezarán a operarse las rodillas?

Abundan los pantalones con una simple incisión frontal estratégic­amente situada a la altura de las rodillas

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