Para, templa y manda
El retorno de Sáenz de Buruaga a TVE se ha convertido en el debate sobre su persona y su programa ‘Así de claro’
Ernesto Sáenz de Buruaga Bustamante (Miranda de Ebro, 1956) es un periodista español especializado en radio, según Wikipedia. Su voz se ha escuchado por la Ser, Antena 3, RNE, Onda Cero y la Cope. Su imagen se recuerda desde TVE hasta TVE, pasando por Antena 3 y Telemadrid. Tiene en su palmarés el premio Libertad de Expresión, cinco micrófonos y una antena de oro, entre otros galardones. Ser directivo de Informativos de RNE durante el socialismo y de los Informativos de TVE durante el aznarismo aún le pasa factura de amores y rencores.
Profesional de referencia en los debates, es aficionado a los toros y, en las ondas o en la pantalla, se le nota que para, templa y manda. Guste o no guste, es un maestro del corso informativo. Lo sabe, lo ejerce e infunde solvencia y respeto, aunque miuras de la competencia, de la política, de la economía y de la envidia le hayan costado revolcones y cornadas. Periodista por la Universidad del País Vasco, creció y ha madurado entre tantos debates, que ahora el centro del debate son él y su programa, Así de claro, que pende de un hilo de su audiencia. Solo en el redondel, Buruaga desea hacer el espacio “pegado a la calle, a la normalidad y a la gente”, que anunció.
Nacido controvertido, indeseado y repudiado por el consejo de administración, sindicatos y parte del funcionariado del ente público, sigue empeñado en “contar las cosas que pasan y que le interesan a la gente”. De momento, parece que a la gente le interesa menos que otras ofertas de la pantalla. “Cuando gobernaba el PSOE, decían que era socialista y con Aznar pasé de ser un joven periodista progresista a ser un ogro de derechas”, ironiza. Caballero defensor del periodismo, sabe cómo se las gastaba en TVE el llamado comando de su amigo y ministro Rubalcaba. Pasado el tiempo, confiesa que la primera vez que entró en TVE era un ingenuo.
Ya sin cara de ingenuo, Buruaga se siente el mismo profesional independiente de siempre, no cree en el periodismo de buenos y malos, y le irrita que se manipule tanto la llamada manipulación informativa. Con treinta años entre las primeras espadas del periodismo y con experiencia empresarial en el negocio mediático, combina información, entretenimiento y opinión como quiere, que es a su manera. Y a quien le guste bien, y al que no, también. Partidario de la lectura como vacuna contra la ignorancia y la arrogancia, le indigna el sectarismo ideológico, no piensa ceder ante la sinrazón y odia la mentira.
Moderador en los debates y beligerante en las tertulias, defiende sus ideas a base de dar capotazos al contrincante dialéctico, provocarle con banderillas retóricas y apuntillarle con argumentos. Buruaga denota firmeza cuando mira a a cámara, igual que su voz en la radio suena convincente para unos y detestable para otros. Lo tiene asumido, es un gaje del oficio y entra en su nómina. Habituado a levantarse a las cuatro de la mañana para ir al trabajo, se puede dar por casi seguro que nunca le faltará una buena faena.
‘Así de claro’ se emite en La 1, cada lunes, a las 22.30