Garbiñe pasa y Serena evita el naufragio
El idilio entre Roland Garros y Garbiñe Muguruza sigue intacto. Por segundo año consecutivo, la hispanovenezolana se clasificó para los cuartos de final en la tierra parisina, donde la inspiración, el poderío y sus opciones se multiplican en cuanto pisa una pista principal. Por dos veces la pupila de Alejo Mancisidor arrancó el set con break en contra y por dos veces recuperó la desventaja ante la italiana Flavia Pennetta, que desaprovechó una bola de break que le hubiera puesto 4-0 arriba en el segundo parcial. “Por dentro me iba diciendo a mí misma, no te pongas nerviosa, intenta concen- trarte. No sé ni cómo le he dado la vuelta”, explicaba tras el partido la número 21 del mundo.
Los aullidos de Maria Sharápova podían oírse desde la Suzanne Lenglen, donde Garbiñe supo leer a la perfección el planteamiento de una Pennetta a la que conoce demasiado bien. Ajena a lo que acontecía en la Phillipe Chatrier, Muguruza finiquitaba su partido y se dirigía hacia el vestuario para ver por televisión cómo la número dos del mundo, defensora del título y sobre todo, su verdugo del año pasado, se despedía contra todo pronóstico. Los gritos desesperados nada pudieron hacer ante una Lucie Safárová que asusta por sus golpes y su capacidad de resistir a la fortaleza mental de la campeona. En dos sets y casi sin sufrir, la número 13 será la rival de Garbiñe.
Sin tiempo para descansar, la checa y Muguruza se medirán hoy por un puesto en semifinales. No se han enfrentado jamás, pero la jugadora afincada en Barcelona cuenta con una bendita lección de su derrota ante la eventual reina de 2014. “Del año pasado aprendí que en esas rondas da igual que juegues bien. Yo jugué un partidazo con Sharápova y al final se decidió por lo mental”, analizaba Gar- biñe, que no tendrá revancha ante la rusa pero que tampoco quiere oír la frase estrella: el cuadro está mucho más abierto: “Me hace gracia que digan eso. Si Safárová ha pasado es porque ha sido mejor. Además tiene la ventaja de ser zurda”.
Para intentar dar el salto de calidad que todo el mundo espera de ella, Muguruza ha pedido consejo a Arantxa Sánchez Vicario. “Hay que escuchar a una campeona de su talla. Lo más importante es cómo debo controlar mi vida fuera de la pista”.
Quien no necesita consejos es Serena Williams, que parece tener un ángel de la guarda en esta edición. Ya van tres partidos en los que la número uno del mundo ha tenido que sobreponerse a un set en contra. Y sin embargo, ahí sigue. Evitando el naufragio.
SAFÁROVÁ,PRÓXIMA RIVAL La checa eliminó a Sharápova y jugará contra Muguruza en cuartos de final