La familia Carandell vuelve al negocio del mobiliario urbano
Andrea Carandell lidera Novatilu, que arranca con 3,5 millones de inversión
En las mismas oficinas en Manlleu donde en 1992 Joaquim Carandell y Mireia Valldeorila pusieron en marcha Fundición Dúctil Benito, en las mismas donde la familia Carandell gestiona su compañía patrimonial (entre otras inversiones, participa en la operadora Parlem), es desde donde en los últimos meses de 2014 su hija Andrea Carandell ha liderado la creación de Novatilu. Allí, en lo que fue la textil Can Buixó, es donde ha nacido esta empresa inicialmente centrada en la iluminación de exteriores pero que también cubre un amplio abanico de productos de mobiliario urbano. Con Novatilu, los Carandell vuelven al negocio del que salieron a finales de 2014, después de que desde 2011 la mayoría del capital de Benito Urban ya fue adquirida por el fondo Ergon Capital Partner, del grupo financiero belga Bruxelles Lambert (GBL).
Andrea Carandell, a punto de cumplir 26 años, recuerda que de pequeña siempre jugaba por la fábrica, y algunos veranos trabajó en la empresa familiar; después de estudiar administración de empresas, trabajó dos años en Deloitte hasta que el año pasado decidió dar el paso. “Hay una necesidad en el mercado de la iluminación pública exterior, impulsada por el cambio tecnológico del led”, explica. Con una inversión inicial de 3,25 millones de euros, la empresa empezó a operar a princi- pios de este año, apoyada en la red de contactos, de proveedores y clientes del sector que ya conocían.
“Empezamos centrados en la iluminación, que va a ser nuestro negocio principal, pero el mismo mercado nos ha ido pidiendo que hiciéramos tapas, bancos, parques infantiles y arte urbano, y así complementamos el catálogo. Pero queremos diferenciarnos de otras empresas con un enfoque en el concepto smart city, en la eficiencia y sos- tenibilidad”. “Trabajamos con proveedores muy próximos. De la veintena de proveedores actuales, la mitad son catalanes”, dice. Novatilu ya tiene distribuidores en 11 países. La empresa emplea a 16 personas; tiene el centro en Manlleu y una unidad productiva en Valencia, y prevé crecer con alguna adquisición en los próximos meses. Carandell asegura que pronto alcanzarán el millón de euros de ventas, y prevé en el 2016 unas ventas próximas a 10 millones.
La empresa nace enfocada a la iluminación pública y busca crecer con adquisiciones