Cincuenta sombras de Kirk y Spock
El ‘fanfiction’ cada vez tiene más influencia: los guionistas y las editoriales buscan inspiración en los relatos escritos por fans
El capitán Kirk y Spock no eran hombres muy dados a expresar sus sentimientos. Su amistad y admiración mutua fue forjándose a medida que avanzaba Star Trek, pero había espectadores que no tenían suficiente con el subtexto de la ficción. Algunos de ellos especularon qué sentimientos y pensamientos podían albergar esos dos héroes del espacio y escribieron historias al respecto. Así se generalizó el fan
fiction, las historias escritas por fans y que están marcando la cultura contemporánea. Antes eran simples imaginaciones, pero ahora su influencia es un hecho: hasta la industria busca formas de sacar provecho y Cincuenta sombras de Grey es el ejemplo más claro.
E.L. James se basó en el personaje de Edward Cullen de Crepúsculo para escribir la trilogía erótica y el fenómeno literario ha igualado la saga en la que se inspiraba. También tuvo una traducción cinematográfica que lideró la taquilla alrededor del mundo. Este es el largo camino que ha recorrido el fanfiction desde que las trekkies imaginaban a Kirk y Spock en actitud íntima. Lo hacían en los fanzines, revistas hechas por y para fans que se vendían por correo o en convenciones. Pero la proliferación de internet fue la clave para que pasase a ser algo mainstream: es la plataforma perfecta para que los escritores aficionados y los lectores compartan contenidos e impresiones.
“El éxito se mide con el éxito de comentarios”, explica la periodista Mar Guerrero, especia- lista en narrativa transmedia y cultura fan. El perfil de estos escritores es bastante claro: mujeres jóvenes en edad de estudiar y con mucho tiempo libre. Esto sucedía incluso con Star Trek a finales de los sesenta. “Las series no destacaban por la profundidad de los personajes femeninos: eran series masculinas y las chicas eran la comparsa del macho que salvaba el universo”, explica Guerrero. Como Kirk y Spock tenían un comportamiento pétreo, ellas intentaban exponer estos sentimientos, muchas veces mediante idilios homosexuales. “No los unían con mujeres porque estos dos personajes eran los más ricos”, argumenta. Por lo general, ellas suelen hacer estudios de personaje, muchas veces a través del romance que permite que las emociones afloren, mientras que ellos se fijan más en la acción.
Pero el elemento romántico es importante para la creación de fanfiction y las tensiones sexuales no resueltas se explotan mucho. Castle y Beckett y Temperance y Booth dispararon los textos de Castle y Bones: las parejas consumaron su relación antes en internet que en la serie siguiendo los pasos de Expediente X. “Con
Mulder y Scully impacientaban tanto con su química que en internet aparecieron relatos eróticos
Mulder y Scully, los fans se impacientaron y el subtexto era cada vez más evidente”, explica Guerrero. Pero también hay casos más peculiares y retorcidos. Algunos espectadores de Su
pernatural, un drama sobrenatural donde los hermanos Winchester acaban con demonios y monstruos, percibieron una dinámica más de pareja que fraternal y han creado relatos eróticos muy populares que exploran el wincesto, por no hablar de uno de los ejemplos más locos que ha encontrado Mar Guerrero, sobre un universo alternativo donde los protagonistas de Fringe se transformaban en hombres lobo y tenían sexo. Y After, la saga erótico-juvenil de Anna Todd, ya ha si- do publicada en 23 países. ¿Qué era en un principio? Un relato colgado en internet donde la escritora se imaginaba iniciando una relación con Harry Styles de la banda One Direction.
La importancia del fanfiction también va más allá de la anécdota. Russell T. Davies ( Queer as
folk) y Steven Moffat ( Sherlock), dos de los guionistas más respetados del Reino Unido, comenzaron inventándose historias de
Doctor who y terminaron coordinando los guiones de la serie. El creador de Glee, Ryan Murphy, se divertía satisfaciendo a los espectadores siguiendo las dinámicas que leía por las redes sociales. Y Michael Dante DiMartino y Bryan Konietzko, los responsables de la serie de animación The
legend of Korra, decidieron que su protagonista optaría por una relación lésbica al despedir la serie de forma definitiva después de dejarse convencer por las fans. Puede que los escritores de
fanfiction sean una comunidad pequeña en comparación con los consumidores que tiene la obra original, pero su influencia hoy en día ya puede dictaminar el futuro de las tramas.
El creador de ‘Glee’ se divertía plasmando en pantalla las ideas que los espectadores imaginaban en la red