El calor dispara la exportación de fruta
La canícula en Europa aumenta un 20% la venta de la producción catalana
Piscinas con entrada gratuita, listas de espera para la instalación de aparatos acondicionados o la compra de un ventilador, noches de insomnio, puntas excepcionales de consumo eléctrico… Son al- gunas de las consecuencias de la histórica ola de calor que esta semana entra en su tercer episodio (para mañana se anuncia un nuevo repunte de las temperaturas) desde que los termómetros se dispararon a finales de junio. Pero este ambiente sofocante ha provocado otras consecuencias, menos habituales. La ola de calor que azota a Catalunya, y prácticamente toda España, castiga también al norte de Europa, lo que ha disparado la exportación de fruta a esos países menos acostumbrados a canículas tan prolongadas.
Las nectarinas, melocotones y paraguayos, que estos días se re- colectan a destajo, con temperaturas cercanas a los 40 grados, en los campos de Lleida son las estrellas de este tráfico inusual de fruta. Una mercancía que este verano apenas pasa por las cámaras frigoríficas. Del campo, a la planta de envasado, y desde ahí a camiones que emprenden viaje en dirección a Europa.
La mayor demanda llega de los países del norte. Los habitantes de Suecia, Finlandia o Gran Bretaña son grandes consumidores de fruta cuando el calor aprieta al considerarla el mejor refrescante
y remedio contra la deshidratación.
“En las últimas semanas ha aumentado en un 20% la exportación de estas variedades al norte de Europa”, revela Xavier Gorgues, responsable del sector de fruta dulce de Unió de Pagesos (UP). “Algunas plantas de envasado del Baix Segre envían prácticamente todo lo que se recolecta a esos países”, añade.
Los grados que marca el mercurio es el termómetro que mueve estos días la actividad de las empresas frutícolas. Ignasi Argilés, director de producción y comercio de Nufri, lo comprobó la semana pasada en un viaje a Suecia por negocios. “El día que subía la temperatura aumentaban también las demandas de fruta desde ese país a Catalunya”, afirma. La fruta llega a su destino en menos de 24 horas.
Si la situación de mantiene como ahora –para mañana hay anunciada una nueva ola de calor, que sería ya la tercera registrada desde finales de junio- Xavier Gorgues no descarta que este año “se bata un récord de exportación de fruta dulce y con hueso al extranjero”. Catalunya produce 420 millones de kilos por temporada y, vista la actual realidad, no sería descabellado aventurar que un 70% de esa mercancía sea consumida fuera de España.
La exportación desde Catalunya al resto del territorio español también ha aumentado, aunque en menor medida, “ya que aquí no está tan extendida la idea de que la fruta es el mejor remedio para combatir las olas de calor, como ocurre en el norte de Europa”, indica el dirigente de UP.
La elevada demanda de fruta catalana para refrescar los paladares de los europeos del norte no se ha traducido, lejos de lo que cabría pensar, en un beneficio extra para los payeses. Cierto es que
Estos días se exporta un 20% más de melocotones y un 40% más de melones
Las tormentas y el viento echan a perder buena parte de la cosecha de peras
este verano apenas hay fruta en stock en las cámaras frigoríficas. Pero el precio, pese a tanta demanda, no ha subido en la proporción esperada. Desde las centrales frutícolas lamentan que la competencia de países, como Italia, que venden a toda Europa a precios muy bajos obliga a los productores catalanes y españoles (la exportación de sandías y melones se ha incrementado también en un 40%) a ajustarse a esas cifras para ser competitivos.
La predicción meteorológica para los próximos días, con un nuevo repunte de las temperaturas a partir de mañana, hace prever que las exportaciones de fruta y la venta de ventiladores y aparatos de aire acondicionado se van a mantener al mismo ritmo que las últimas semanas. Con la fruta no hay problema, pues la producción está estos días en su punto álgido. Más complicado puede resultar, en muchas capitales y ciudades catalanas, encontrar aparatos para refrigerar el ambiente. Muchos comercios han agotado los productos y hay más demanda, reconocen desde esas tiendas, que existencias. La mayoría de ciudadanos que estos días acuden a esos negocios coinciden con sus peticiones: buscan aparatos para dormir, que bajen las temperaturas tropicales nocturnas en sus casas (por encima de los 22 grados) que hacen muy difícil conciliar el sueño.
La tregua de este pasado fin de semana, con descensos del mercurio que oscilan entre los tres y seis grados, ha sido pasajera. Las predicciones no auguran para los próximos días temperaturas récord como los 43 grados registrados la pasada semana en Banyoles o los casi 42 de Lleida, pero sí una nueva ola de calor que se mantendrá, como mínimo, hasta el jueves. Una excepcional situación que, paradójicamente. propicia violentas tormentas de viento, como la registrada ayer en Lleida y ciudades de los alrededores, que causó daños de hasta el 50% del cultivo de pera y por caída de árboles y mobiliario ur- bano y que obligó a los bomberos a realizar medio centenar de salidas. Un temporal en plena canícula acompañado por tormentas eléctricas. Según el Servei Català de Metereològic cayeron, hasta las ocho de la noche del sábado, 3.200 rayos en Catalunya. Uno de ellos fue el que causó la muerte de una niña de 12 años en el Ripollès. La ola de calor incrementa también el riesgo de incendios. El plan Infocat se mantiene activo, en fase de alerta elevada, en quince comarcas de Catalunya.