Rajoy designa a Camacho candidata a la Generalitat
El presidente del PP cerró anoche el debate sobre el liderazgo electoral en Catalunya
El presidente del PP, Mariano Rajoy, zanjó a última hora de ayer el debate interno que se había abierto en el seno del partido sobre la candidatura popular a las elecciones del 27-S y ratificó a Alicia Sánchez-Camacho, que repetirá por tercera vez como presidenciable a la Generalitat.
La debacle electoral del PP catalán en las elecciones municipales del 24 de mayo –perdió en las urnas 130.000 votos respecto al 2011– y los sondeos que auguran que el 27-S continuará la caída en picado, hicieron sonar todas las alarmas en los despachos de la Moncloa y en el número 13 de la calle Génova de Madrid, amén de las insistentes voces que reclamaban a Mariano Rajoy un cambio en la dirección del partido en Catalunya para evitar “el desastre”. En ese momento afloraron los nombres de Dolors Montserrat, Xavier García Albiol, Enric Millo y Alejandro Fernández como posibles recambios. Pero ese debate, alimentado en los medios por algunos sectores del PP, se cerró ayer de golpe. El presidente del Gobierno ratificó su confianza en Sánchez-Camacho, a la que considera la “persona adecuada” para dirigir la candidatura de los populares para el 27-S.
La decisión será confirmada hoy en el comité de dirección del partido. Una reunión en el que se abordará ampliamente la cuestión catalana, después de que el president Artur Mas fraguara una lista unitaria soberanista que el PP daba ya por imposible.
Así, Camacho encabezará la lista popular a la Generalitat por tercera vez consecutiva y logra esquivar las dudas que pesaban sobre su persona. Respetada internamente por su labor en el partido en estos años de apogeo del soberanismo, lo cierto es que su imagen pública se ha deteriorado por la polémica de Método 3. Además en el PP existía el temor de que la cercanía e las elecciones catalanas a las españolas provocara un efecto dominó y que un severo correctivo el 27-S pudiera influir negativamente a las aspiraciones de Rajoy de ser cuatro años más el inquilino de la Moncloa. E incluso, tras las pasadas elecciones municipales, cuando el PP nacional abría el melón de los cambios –Fabra, Rudi, Bauzá, anunciaban su adiós– por la perdida de numerosas alcaldías y gobiernos autonómicos, ya se especuló sobre el posible relevo de Camacho.
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, planteó entonces la posibilidad de celebrar un congreso extraordinario o que la sustitución de la ac- tual cúpula catalana se pilotara a través de una gestora.
Estos movimientos los frenó Rajoy en seco. En plena rebelión de los barones territoriales, que le exigían la renovación del discurso y del funcionamiento del parti- do, no consideró oportuno abrir un nuevo frente, más aún si este afectaba a una persona fiel a su proyecto como es la líder del PP catalán.
Ahora la lista unitaria soberanista ha vuelto a abortar cualquier posibilidad de cambio. En esta decisión de Rajoy también ha influido el hecho de que no exista en el PP catalán un liderazgo alternativo a Camacho que pueda en los dos meses que restan para el 27-S construir una candidatura con garantías. Sólo García Albiol, cuenta con el apoyo de las bases por su discurso directo a la par que polémico, pero al mismo tiempo genera mucha animadversión en el resto de partidos, lo que dificultaría la posibilidad de alcanzar acuerdos con el resto de fuerzas constitucionalistas después de los comicios del 27-S.
En ese contexto, Génova ha optado por no provocar una crisis interna en el PP catalán y abordar después de los comicios, y con los resultados en la mano, la reclamada renovación.
De hecho, Camacho y su equipo preparan el acto de proclamación para el próximo fin de semana que, sin embargo, no contará con la presencia de Rajoy.
Por otro lado, el presidente del PP ordenó al partido que nombre a un nuevo líder territorial en la Comunidad de Valencia y en Baleares para sustituir Alberto Fabra y José Ramón Bauzá, respectivamente. La intención de Rajoy es poner orden y pacificar al PP en dos comunidades, que han sido claves en las victorias electorales del PP, hasta las próximas elecciones generales. Como posibles sustitutos de Fabra ganan enteros dos mujeres: Isabel Boning y María José Catalá.