Bartomeu ya trabaja para unir al barcelonismo
Los principales retos de un presidente que toma hoy posesión
Seis años por delante pero sin tiempo que perder. El presidente electo del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, tomará esta tarde posesión de su cargo por un periodo que, en principio, expira en el 2021. Se le presentan unos desafíos mayúsculos, aunque el más importante, el que más interesa a los aficionados barcelonistas, es el de mantener la excelencia deportiva. Claro que para lograrlo tendrá que seguir cultivando la economía del club, apartado en el que es fundamental firmar con un patrocinador principal, ya sea Qatar Airways, ya sea Rakuten u otra opción que impulse al Barça también en cuanto al valor de su camiseta. Claro que el dinero Bartomeu y su equipo no sólo lo necesitarán para fichar o para cubrir las elevadas fichas de los deportistas, sino también para que empiece a girar la rueda del Espai Barça, el ambicioso proyecto que debe cambiar la cara al Camp Nou y su entorno. A continuación los principales retos del nuevo mandato:
La excelencia deportiva. El triplete ha sido muy bonito y siempre quedará en el álbum pero ya es historia. En el futuro inmediato el Barcelona afronta tres títulos hasta Navidad. Para más adelante está el objetivo de convertirse en el primer equipo en reeditar el título de la Champions con el actual formato de la competición. Con Luis Enrique renovado y con el equipo para esta campaña cerrado gracias a los fichajes de Arda Turan y Aleix Vidal, los deberes más acuciantes en la parcela deportiva se sitúan en la configuración de la nueva estructura técnica. Es posible que hoy tras la toma de posesión se revelen los primeros nombres en este sentido, con Robert Fernández como favorito para el cargo de secretario técnico. También ha de hacerse oficial el nombramiento de Gerard López como técnico de un Barça B que aspirará a volver a Segunda A.
El Espai Barça. Es sin duda el proyecto que más ilusión le hace a Josep Maria Bartomeu y a su equipo. Con el aval del referéndum del año pasado y de las elecciones del sábado la junta tiene un trabajo titánico por hacer para que el nuevo Camp Nou, el nuevo Palau y el nuevo entorno de las instalaciones sean una realidad en 2021. El presupuesto es de 600 millones de euros y está previsto que un tercio de ellos provengan de ponerle un apellido comercial al estadio. Además, Bartomeu se tendrá que entender con el nuevo gobierno municipal, encabezado por Ada Colau.
La unión del barcelonismo. Parece una quimera porque este club siempre ha funcionado en base a las diferencias entre los partidarios de las distintas familias o ismos que lo integran. Pero dentro del clásico debate puede haber tiempos más o menos beligerantes. El presidente electo presume de tender puentes, política que se pondrá a prueba con el desarrollo judicial de la acción social de responsabilidad. Bartomeu espera una sentencia favorable al club que diga que los directivos no pueden hacer perder dinero a la entidad para someter el siguiente paso a la asamblea de compromisarios. En esa tesitura su postura sería probablemente la de aconsejar que se perdonara a Laporta y a sus directivos.
Patrocinadores de la camiseta. En el mes de octubre los compromisarios del Barça tendrán la última palabra sobre el patrocina- dor de la camiseta barcelonista. Bartomeu dispone de la oferta de renovación de Qatar Airways, cuyo contrato actual expira en junio de 2016. Más allá de entonces ofrece 60 millones por temporada hasta 2020. En esta puja también entra la empresa de tecnología japonesa Rakuten que, como avanzó La Vanguardia, está en conversaciones con los nuevos rectores del club. En principio las negociaciones eran para explotar otro activo que se va a rentabilizar a partir de ahora: la camiseta de entrenamiento. El Barça cree que se puede beneficiar de esta puja que lleva consigo el debate moral sobre si el conjunto barcelonista debe continuar cobrando
de una empresa qatarí cuando es un país que está en el ojo del huracán por culpa del terrorismo de matriz islámica. La pole todavía parece para Qatar Airways pero nada está aún cerrado. Quien sí continuará, salvo sorpresa, vistiendo al Barça será Nike pero la junta espera renegociar muy al alza el contrato actual, que expira en 2018. Ahora la firma estadounidense paga 35 millones por temporada más una prima de unos 20 millones por la venta de camisetas.
El caso Neymar. “Eso quedará en nada”, ha repetido durante la campaña Bartomeu. Pero el caso del fichaje del delantero brasileño continúa en manos de la justicia y el presidente del Barça sigue imputado. El asunto pasó a la Audiencia Provincial de Barcelona y el club anhela que sea un lugar más favorable a los intereses de Bartomeu y la entidad que la Audiencia Nacional.